Dicen los analistas estos días que “Merkozy” se equivoca al pensar que la crisis viene provocada por el endeudamiento público y que, por consiguiente, sólo la austeridad puede sacarnos de ella [1] [2].
Pero, ¿se equivoca realmente “Merkozy”…?
Si “Merkozy” se refiere a la crisis del Euro, sí se equivocaría, de
pleno, porque tras esa crisis no debemos buscar la causa del déficit ni
de la deuda financiera pública.
Si el déficit financiero público fuera la causa, lo lógico sería que
los países con mayores déficits fiscales entre 1999 y 2007 (es decir, en
el período antes de la crisis), fueran los que en la actualidad
atravesaran mayores penurias. Sin embargo, tal como se muestra en la
Tabla 1, Bélgica, Portugal, Irlanda y España estuvieron siempre por
debajo del 3% que ahora se quiere constitucionalizar y sobre el cual se
quiere imponer un severo régimen de sanciones. Este criterio es falaz,
no sólo porque es evidente que algunos de los países que lo cumplieron
han sufrido lo peor de la crisis, sino porque Alemania, Austria y
Francia también lo incumplieron y no han padecido la crisis financiera
en la misma medida.
De forma similar ocurre con el criterio de deuda sobre el PIB que se
muestra en la Tabla 1. Según este criterio, hubiéramos podido predecir
los problemas de Grecia, Italia, Bélgica y Portugal, pero
sorprendentemente, de nuevo, Alemania, Austria y Francia, los países más
profundamente incumplidores no han padecido la vorágine de la crisis
financiera experimentada por los estados periféricos; y España, ¡oh!,
fue un gran cumplidor de este criterio en todos los años.
Pero, entonces, ¿por qué Alemania, Austria y Francia siguen
creciendo, aunque débilmente, mientras los periféricos, los denominados
PIIGS se encuentran en la frontera de la recesión o ya en ella?
La respuesta es sencilla, porque la crisis del Euro obedece en
realidad a los desequilibrios estructurales entre los estados miembros,
desequilibrios que pueden observarse en sus Balanzas de Pagos, tal como
se muestra en el Gráfico 1. Los países que arrojan un resultado más
negativo son: Estonia, Portugal, Grecia, España, Irlanda e Italia.
Cuando observamos este indicador, todos los países encajan perfectamente
en el patrón de la crisis del Euro, porque para que unos países tengan
superávit, otros tienen que tener déficit; es la implacable ley
económica del Debe y el Haber.
Como explica muy lúcidamente Alberto Garzón [3]…
“Mirando la balanza comercial de cada país podemos comprobar cómo
los países con menor competitividad (como España) han tenido un déficit
comercial peligrosísimo, mientras que países con mayor competitividad
han tenido superávit. Que Alemania siga creciendo, aunque débilmente, y
España esté en la frontera de la recesión se explica por el modelo de
crecimiento que cada país mantiene. Mientras Alemania ha crecido en las
últimas décadas gracias a un modelo de exportación, ayudado por su mayor
competitividad, España ha crecido propulsando su demanda interna vía
crédito.
España [y el resto de periféricos] ha tenido más
importaciones que exportaciones, y ha financiado esa diferencia a través
de la cuenta financiera. Dicho de otra forma, España ha crecido gracias
a su burbuja inmobiliaria, pero ésta no podría haber sido posible si
los bancos no hubieran obtenido dinero desde el exterior para financiar
todos los créditos inmobiliarios. Y ese dinero lo han obtenido los
bancos de los mercados financieros internacionales, muy especialmente a
través de la emisión de productos titulizados.
Es decir, el consumo interno español (componente del crecimiento
económico) se ha sustentado no en altos salarios (que han sido en
realidad cada vez menores) sino en el crédito financiero. Pero ese
crédito ha sido posible porque los propios bancos han pedido prestado
ese dinero en el exterior. Ese esquema es el que refleja el gráfico
anterior, con una cuenta corriente deficitaria.
Por contraposición, Alemania ha crecido porque ha exportado más
de lo que ha importado. Estamos ante una relación centro-periferia en
Europa que se parece mucho a la establecida entre Estados Unidos y
China. Alemania exporta más, pero porque hay países que pueden comprar
lo que vende. Y esos son países como España, Italia o Grecia. Y para
ayudarles, Alemania y los países centrales de Europa han financiado esas
mismas compras. Son polos opuestos que se necesitan mutuamente.”
¿Qué significa todo esto? Que la austeridad no es el problema, ni
tampoco la solución, sino muy probablemente, algo que agravará la
crisis. Un diseño defectuoso de la Unión Monetaria nos ha llevado hasta
aquí: ahora, en lugar de corregir el error que causó esta crisis vamos a
intentar enmascarar los síntomas que nos alertaban de la verdadera
enfermedad [2].
Pero entonces, ¿realmente se equivoca “Merkozy”?, permitidme que
insista en la cuestión… Si la solución “técnica” que desde el poder
político se impone es a todas luces equivocada, como parece, ¿por qué
entonces esta obstinación, medida tras medida y acuerdo tras acuerdo, en
seguir por un camino equivocado…?
De nuevo, la respuesta es sencilla: porque no nos gobierna el poder político, nos gobierna el poder del dinero, el poder financiero.
En su actual deriva neoliberal, el sistema capitalista ha
alterado el equilibrio de poder conseguido durante los dos últimos
siglos para herir de muerte a la democracia en el último bastión donde
se había hecho fuerte: Europa.
Lo que estamos contemplando es la Pirámide Invertida del Poder, tal
como se muestra en la Figura 1 [4]. En palabras de Ignacio Ramonet… [5]
“Está claro que no existe, en el seno de la Unión Europea,
ninguna voluntad política de plantarle cara a los mercados y resolver la
crisis. Hasta ahora se había atribuido la lamentable actuación de los
dirigentes europeos a su desmesurada incompetencia. Pero esta
explicación (justa) no basta, sobre todo después de los recientes
“golpes de Estado financieros” que han puesto fin, en Grecia y en
Italia, a cierta concepción de la democracia. Es obvio que no se trata
sólo de mediocridad y de incompetencia, sino de complicidad activa con
los mercados.
¿A qué llamamos “mercados”? A ese conjunto de bancos de
inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos
especulativos (hedge funds) que compran y venden esencialmente cuatro
tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos
derivados.
Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos
cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios)
crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones
de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la
esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450
billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la
economía real…
Consecuencia: ninguna economía nacional, por poderosa que sea
(Italia es la octava economía mundial), puede resistir los asaltos de
los mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo
están haciendo desde hace más de un año contra los países europeos
despectivamente calificados de PIIGS (cerdos, en inglés): Portugal,
Irlanda, Italia, Grecia y España.
Lo peor es que, contrariamente a lo que podría pensarse, esos
“mercados” no son únicamente fuerzas exóticas venidas de algún horizonte
lejano a agredir nuestras gentiles economías locales. No. En su
mayoría, los “atacantes” son nuestros propios bancos europeos (esos
mismos que, con nuestro dinero, los Estados de la UE salvaron en 2008).
Para decirlo de otra manera, no son sólo fondos estadounidenses, chinos,
japoneses o árabes los que están atacando masivamente a algunos países
de la zona euro.
Se trata, esencialmente, de una agresión desde dentro, venida del
interior. Dirigida por los propios bancos europeos, las compañías
europeas de seguros, los fondos especulativos europeos, los fondos
europeos de pensiones, los establecimientos financieros europeos que
administran los ahorros de los europeos. Ellos son quienes poseen la
parte principal de la deuda soberana europea. Y quienes, para defender
–en teoría– los intereses de sus clientes, especulan y hacen aumentar
los tipos de interés que pagan los Estados por endeudarse, hasta llevar a
varios de éstos (Irlanda, Portugal, Grecia) al borde de la quiebra. Con
el consiguiente castigo para los ciudadanos que deben soportar las
medidas de austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos
europeos para calmar a los “mercados” buitres, o sea a sus propios
bancos…”
En esta mano, falta por dilucidar si esta podrida urdimbre se
impondrá causando la deflación y la pobreza de los pueblos de la Unión,
como opinan algunos analistas [6]; o si el póker de alto riesgo
desembocará en una trampa insalvable que lleve a la fractura de la unión
monetaria, al corralito y a una espiral inflacionista y devaluatoria
[7] [8], también a la pobreza de los pueblos, como postulan otros
observadores [9].
En cualquier caso, es poco probable que los tecnócratas de esta “era
post-política” consigan resolver la crisis financiera (si su solución
fuese técnica, ya se habría resuelto). ¿Qué pasará cuando los ciudadanos
europeos constaten que sus sacrificios son vanos y que la recesión se
prolonga? ¿Qué niveles de violencia alcanzará la protesta? ¿Cómo se
mantendrá el orden en la economía, en las mentes y en las calles? ¿Se
establecerá una triple alianza entre el poder económico, el poder
mediático y el poder militar? ¿Se convertirán las democracias europeas
en “democracias autoritarias”? [5]
Pero la partida continuará, porque hemos pasado de vivir de las
rentas de la Tierra a vivir de su capital. Lógicamente esta situación no
puede durar indefinidamente, y de alguna manera el efecto Séneca [10]
refleja la necesidad de saldar la inconmensurable deuda que hemos
acumulado, la deuda que sí es el verdadero problema.
Porque de nuevo se trata de un problema de deuda: hemos tomando prestado
del futuro para vivir mejor el presente, sin importarnos cargar las
consecuencias sobre las generaciones futuras. La misma lógica de la
burbuja financiera pero sobre una escala temporal mayor. Por tanto, el
déficit ecológico es la versión en el mundo de los recursos del problema
de la deuda, y el efecto Séneca viene a ser el defaulting sobre la deuda ecológica [11].
Por supuesto las cosas no tienen por qué tomar el peor curso posible,
pero lo que sí está claro, tal como evidencia el efecto Séneca, es que
cuando más tardemos en ponernos manos a la obra, menos recursos
tendremos y más nos costará. El cortoplacismo explica por qué estos
temas no son tomados en consideración, ya que el objetivo es crecer a
toda costa aún cuando despilfarremos, tal como se ha puesto en evidencia
en la reciente Cumbre del Cambio climático de Durban [12]. Pero si
contabilizásemos correctamente los costes futuros se vería que preservar
el medio ambiente y combatir las externalidades es, en realidad, un
buen negocio, incluso desde el punto de vista financiero, ya que ahorra
costes futuros, que no sólo serán crecientes en absoluto, sino que lo
serán mucho más relativos a unos PIBs que no pueden crecer sino caer, ya
que esta crisis no acabará nunca…
“El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla,
no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de
la vida, el precio de las judías, del pan, de la harina, del vestido,
del zapato y de las medicinas, dependen de decisiones políticas. El
analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política
nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos
que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas
nacionales y multinacionales”.
Bertolt Brecht -
Referencias:
[1] Wolf, M. (2011): “Merkozy fail to save the eurozone”, Financial Times.
[2] Torreblanca, J. I. (2011): “Merkozy se equivoca”, Café Steiner, ElPais.com (http://blogs.elpais.com/cafe-steiner/2011/12/merkozy-se-equivoca.html, Acceso, 12/12/11)
[3] Garzón, A. (2011): “La verdadera crisis de Europa y la única solución posible”, Pijus Economicus (http://www.agarzon.net/?p=1224, Acceso 12/12/11).
[4] Assemblea Social de Catalunya (2011): Guía Abreviada de la Crisis Mundial y sus Efectos en la Deuda Española. Desenmascarar el neoliberalismo: desde las voces críticas a la acción (http://www.redconvergenciasocial.org/docs/neoliberalismo.pdf, Acceso 12/12/11).
[5] Ramonet, I. (2011): “La gran regresión”, Le Monde diplomatique en español (http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial%2F0000856412872168186811102294251000%2Feditorial%2F%3Farticulo%3D1f197f01-9a45-4451-81b0-4ffe3a916e07, Acceso 12/12/11).
[6] Auerback, M. (2011): “¿Tendrá que correr sangre en las calles? Una guía para orientarse en el laberinto económico de la actual crisis del euro”, SinPermiso (http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4613, Acceso 12/ 12/11).
[7] Rebossio, A. (2011): “En el espejo del ‘corralito’ argentino. Buenos Aires recuerda el décimo aniversario de una historia de ajustes y depresión”, ElPais.com (http://www.elpais.com/articulo/economia/global/espejo/corralito/argentino/elpepueconeg/20111127elpnegeco_1/Tes, Acceso 12/12/11).
[8] Medina, A. R. (2011): “Diez años del ‘corralito’: ¿Es posible en España?”, lainformacion.com (http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/instituciones-economicas-internacionales/diez-anos-del-corralito-es-posible-en-espana_sspLgBawPGaEQDyf4NsRF7/, Acceso 12/12/11).
[9] Durden, T. (2011): “Swiss, Germans Set To Unleash Capital Controls As European Companies Prepare For Euro End”, Zero Hedge (http://www.zerohedge.com/news/swiss-germans-set-unleash-capital-controls-european-companies-prepare-euro-end, Acceso 12/12/11).
[10] Bardi, U. (2011): “The Seneca effect: why decline is faster than growth”, Cassandra’s legacy (http://cassandralegacy.blogspot.com/2011/08/seneca-effect-origins-of-collapse.html, (Acceso 12/12/11).
[11] AMT (2011): “Saldando cuentas con la Naturaleza”, The Oil Crash (http://crashoil.blogspot.com/2011/11/saldando-cuentas-con-la-naturaleza.html, Acceso 12/12/11).
[12] Chomsky, N. (2011): “Marchando hacia el precipicio”, La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2011/12/10/opinion/022a1mun, Acceso 12/12/11).[2] Torreblanca, J. I. (2011): “Merkozy se equivoca”, Café Steiner, ElPais.com (http://blogs.elpais.com/cafe-steiner/2011/12/merkozy-se-equivoca.html, Acceso, 12/12/11)
[3] Garzón, A. (2011): “La verdadera crisis de Europa y la única solución posible”, Pijus Economicus (http://www.agarzon.net/?p=1224, Acceso 12/12/11).
[4] Assemblea Social de Catalunya (2011): Guía Abreviada de la Crisis Mundial y sus Efectos en la Deuda Española. Desenmascarar el neoliberalismo: desde las voces críticas a la acción (http://www.redconvergenciasocial.org/docs/neoliberalismo.pdf, Acceso 12/12/11).
[5] Ramonet, I. (2011): “La gran regresión”, Le Monde diplomatique en español (http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial%2F0000856412872168186811102294251000%2Feditorial%2F%3Farticulo%3D1f197f01-9a45-4451-81b0-4ffe3a916e07, Acceso 12/12/11).
[6] Auerback, M. (2011): “¿Tendrá que correr sangre en las calles? Una guía para orientarse en el laberinto económico de la actual crisis del euro”, SinPermiso (http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4613, Acceso 12/ 12/11).
[7] Rebossio, A. (2011): “En el espejo del ‘corralito’ argentino. Buenos Aires recuerda el décimo aniversario de una historia de ajustes y depresión”, ElPais.com (http://www.elpais.com/articulo/economia/global/espejo/corralito/argentino/elpepueconeg/20111127elpnegeco_1/Tes, Acceso 12/12/11).
[8] Medina, A. R. (2011): “Diez años del ‘corralito’: ¿Es posible en España?”, lainformacion.com (http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/instituciones-economicas-internacionales/diez-anos-del-corralito-es-posible-en-espana_sspLgBawPGaEQDyf4NsRF7/, Acceso 12/12/11).
[9] Durden, T. (2011): “Swiss, Germans Set To Unleash Capital Controls As European Companies Prepare For Euro End”, Zero Hedge (http://www.zerohedge.com/news/swiss-germans-set-unleash-capital-controls-european-companies-prepare-euro-end, Acceso 12/12/11).
[10] Bardi, U. (2011): “The Seneca effect: why decline is faster than growth”, Cassandra’s legacy (http://cassandralegacy.blogspot.com/2011/08/seneca-effect-origins-of-collapse.html, (Acceso 12/12/11).
[11] AMT (2011): “Saldando cuentas con la Naturaleza”, The Oil Crash (http://crashoil.blogspot.com/2011/11/saldando-cuentas-con-la-naturaleza.html, Acceso 12/12/11).
Jokin Zabal – ATTAC País Valencià
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