viernes, 13 de enero de 2012

El lujo de tener 5 millones de parados

No podemos permitirnos el lujo de tener 5 millones de parados y paradas y no hacer nada por evitarlo. Porque eso es lo que está haciendo el gobierno. El pasado y el actual. Al revés: con las políticas que están poniendo en marcha el número de parados aumentará. No puede ser de otra forma. Si se reduce el número de empresas públicas, fundaciones, entidades del sector público; si se contraen los presupuestos de las comunidades autónomas, los ayuntamientos, diputaciones; si se congela la oferta de empleo público; si se recortan los gastos públicos en 8.900 millones de euros, contrayendo prácticamente todas las partidas de los distintos ministerios… al menos se incrementará parados en el sector público. ¿O no?

Y si se congela el salario mínimo, se agravará el déficit actual de la Seguridad Social porque cada punto que no se incrementa el salario mínimo supone 50 millones que deja de recaudar el sistema público de pensiones, ya que el salario de dos millones de trabajadores viene determinado por el salario mínimo, aparte de los 134.000 que lo cobran directamente; con lo que se pondrán más dificultades al erario público para apoyar a la economía productiva a crear empleo.

Pero si además los 6.200 millones de euros que se recaudarán con la subida de impuestos va a servir para reducir la deuda (España tiene pendientes de pagar 130.000 millones de deuda pública en 2012, mientras que en 2011 tuvo que pagar 120.000), y no para impulsar políticas de relanzamiento de la economía, ya que el sector financiero sigue amartillando el dinero que le ha prestado el BCE al 1% en el propio BCE al 0’25% porque no se fía ni de su sombra, y no abre la mano del crédito ni de coña, entonces la recesión está servida. Y en condiciones de menor creación de riqueza, de menor consumo e inversión, y el consiguiente frenazo de la economía productiva, el paro aumenta.

Jordi Sevilla lo decía en El Mundo anteayer mismo. Pero es lo que según el diario Público (8/1/2012) llevan mucho tiempo diciéndolo expertos mundiales tales Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Raghuram Rajan, Jordi Gali, Thomas J.Sargent, Cristopher A.Sims, Costas Lapavitsas, Kenneth Rogoff, Jacques Sapir, Richar Koo, Martin Wolf, Wolfgang Munchau, Stephen Roach, Jeffrey Sachs y Jean Olivier Blanchard; todos y cada uno de estos economistas, con distintas concepciones ideológicas o posiciones matizadas, coinciden en una cosa: sólo con políticas de austeridad no vale, habrá que buscar la fórmula mágica para mezclar políticas de recortes con políticas de estímulo. Santiago Carbó (universidad de Granada) reprocha a los economistas (y se mete él mismo en el saco) que no han hecho nada por encontrar esa fórmula.

A Merkel y la política sigue de espaldas a esta realidad, cada vez más evidente. ¿O no lo proclaman a gritos los datos económicos? Pues las cifras del paro son elocuentes por sí mismas. Y lanzan señales de socorro para que se ponga como primer objetivo de la estrategia económica la creación de empleo, antes incluso que el pago de la deuda, o lo que es lo mismo, la reducción del déficit público.

El número de parados en las oficinas del antiguo INEM (hoy se llama algo largo que viene a decir lo mismo: Servicios Públicos de Empleo, o sea, INEM) a finales de 2011 ha sido de 4.422.359 personas en paro, de los que sólo en 2011 se han generado 322.286, un 7’86% más que en 2010, año en el que a su vez había aumentado el paro en 176.470 personas. Es el nivel más elevado desde 1996, año en el que arrancó la serie histórica de datos estadísticos comparables. Obviamente las cifras de 2010 e incluso del disparado 2011 son inferiores a los incrementos del número de parados de 2008 (999.416) y 2009 (794.640), que fueron los años más fuertes de la actual crisis económica. Pero el que en 2011 haya vuelto a casi duplicarse el paro respecto de 2010, y el simple hecho de que siga creciendo por casi un tercio del millón de personas (la tercera mayor subida del paro en lo que va de crisis), es un dato tan alarmante, que viene a eclipsar la comparativa con los incrementos de 2008 y 2009, pues si en estos años se incrementó tanto el paro, en los siguientes no sólo no se ha logrado contrarrestar la deriva, sino que en 2011 volvemos a las andadas.

Respecto de los datos de paro de 2011 hay que destacar otros aspectos importantes:
1º) Que en diciembre de 2011 ha vuelto a crecer por quinto mes consecutivo 1.897 personas más, mientras que en diciembre de 2010 había bajado en 10.221 personas. Vamos, que desde agosto está creciendo el paro ininterrumpidamente (51.185, 95.817, 134.182, 59.536 y 1.897 parados más).

2º) Que la reforma laboral puesta en marcha en el segundo semestre de 2011 justo ha producido el efecto contrario al deseado, pues en vez de reducir el paro lo ha incrementado, o por lo menos ha coincidido el incremento del paro incesante con los meses de aplicación de la reforma laboral. Así lo reconoce la nueva Secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo.

3º) El paro de 2011 subió algo más entre las mujeres que en los hombres, 165.736 de nuevas paradas (+8,1%), frente a 156.550 hombres (+7,6%); en total, 2.212.621 mujeres en paro y 2.209.738 hombres en paro.

4º) El paro subió en todos los sectores, y en especial en los servicios, con 240.590 desempleados más (+10,1%); construcción también incrementó el número de parados, pese a ser el sector más castigado en años precedentes, con 22.861 parados más en 2011 (+3%); el tercer colectivo en incremento de parados ha sido el de “sin empleo anterior”, que subió en 21.871 desempleados (+6,1%); el paro en agricultura aumentó en 19.132 personas (+15%); y en la industria repuntó en 17.832 desempleados (+3,6%).

5º) El número de contrato en 2011 se incrementó un 0’11% sobre 2010, hasta los 14.433.232contratos. Pero tan sólo 685.802 fueron contratos indefinidos a tiempo completo (un 11,77% menos que en 2010) y 424.361 a tiempo parcial (un descenso del 5,9%). El resto, 13’1 millones de contratos, fueron temporales o precarios.

6º) Los inmigrantes también sufrieron la lacra del paro en sus carnes, pues su índice de paro se incrementó un 3’3%, unos 20.065 parados más. En total, 625.903 inmigrantes estaban en paro al finalizar 2011.

7º) De los 322.286 parados más del 2011, 295.499 eran mayores de 25 años (+8,06%); los menores de 25 años incrementaron su número de parados un 6’2% hasta las 26.787 personas.

8º) Por CC.AA. fue Andalucía la que incrementó más su número de parados, 65.153 más; le siguió Catalunya con 51.571 más, Comunidad Valenciana 33.721 más, y Madrid con 26.781 más. Los menores incrementos los registraron La Rioja (2.975 parados más) y Navarra (3.935) parados más.

Con esta panorámica del paro en el año que se ha ido, ¿qué podemos esperarnos para 2012? Ya lo hemos dicho: más paro. Si 2011 era el año en que el empleo iba a levantar cabeza y ha acabado siendo malo, 2012 será peor, y por tanto hay que esperar que se vuelvan a destruir unos 400.000 puestos de trabajo. España volverá a destruir empleo por quinto año consecutivo. Todo un récord.

En noviembre Ángel Laborda (Funcas) recogía la media de las distintos previsiones de los más importantes servicios de estudio y daba para 2012 una caída del empleo de 1’2%, y una tasa de paro del 22’2%. Pero ahora las perspectivas han empeorado. Esos datos se daban cuando se esperaba que el déficit iba a estar en el 6%, más o menos, y hoy se sabe que está en el 8%, según dice el gobierno. Así que hoy todos los estudios apuntan a una subida del paro por encima del 23% (el Instituto de la Economía Mundial sitúa el paro español en 2012 en un 23’6%), y una destrucción de puestos de trabajo entre 350.000 y 400.000 empleos. Con estas perspectivas, la duda es si llegaremos o no a los 5’5 millones de parados y paradas.

¿Qué hace mientras el gobierno? Entretenerse en prometer reformas laborales. Pero a estas alturas, ¿quién cree que una reforma laboral va a reactivar el empleo? Nadie en su sano juicio. Si se abarata más el despido habrá más despidos, no más contrataciones. Y punto.

Quizá emprenda el gobierno también una reforma de las prestaciones por desempleo. Los ultraliberales se lo piden sin pudor. No para incrementarlas, que sería lo normal, ya que hay un 1’7 millones de parados que ya no disfrutan de ninguna y la demanda está creciendo en los últimos meses. No, sino todo lo contrario, para recortarlas. Porque, según dicen, el Estado se gasta en los parados una barbaridad de dinero público, dado el increíble aumento del paro. En 2007 el Ministerio de Trabajo pagó en prestaciones de desempleo 14.780 millones de euros, un 1’4% del PIB, que se pagaban con las cotizaciones de empresarios y trabajadores. Pero en 2008 las cotizaciones por desempleo no daban de sí para cubrir el gasto en este tipo de prestaciones sociales, pues los ingresos cayeron con el empleo, y las prestaciones crecieron hasta los 32.000 millones en 2010, de forma que el Estado ha tenido que poner ese año más de 15.000 millones de euros.

Sí. El paro seguirá creciendo en 2012, mientras que las prestaciones por desempleo seguirán faltando cada vez más para cubrir las necesidades de los parados y paradas. Porque lo cierto es que si no se cambia de estrategia económica, de modelo económico, estamos condenados a sufrir esta depresión económica (se caiga o no en recesión, dure ésta todo el año 2012 o no) durante años. Esto es una crisis económica a la japonesa, de las que no acaban nunca. Y cuando acaban, se vuelven a reproducir al poco tiempo. Es una crisis profundísima del capitalismo globalizado, y lo descabellado de la situación es que quienes dirigen el proceso de salida del túnel son los mismos que nos han metido en él.

Pero el problema del paro sólo lo conocen -porque lo viven- los parados. La angustia que genera, las dificultades para la supervivencia económica de ellos y sus familias, las secuelas psicológicas y sociales que conlleva el drama del paro para sus víctimas, eso no interesa a los economistas que sólo se fijan en las grandes cifras macroeconómicas como eso, como meras cifras, sin reparar que detrás de ellas existen personas que lo pasan mal sin tener ninguna culpa en la génesis de esta crisis.

Pedro Vaquero – ATTAC Granada   

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