No podemos permitirnos el lujo de tener 5 millones de parados y
paradas y no hacer nada por evitarlo. Porque eso es lo que está haciendo
el gobierno. El pasado y el actual. Al revés: con las políticas que
están poniendo en marcha el número de parados aumentará. No puede ser de
otra forma. Si se reduce el número de empresas públicas, fundaciones,
entidades del sector público; si se contraen los presupuestos de las
comunidades autónomas, los ayuntamientos, diputaciones; si se congela la
oferta de empleo público; si se recortan los gastos públicos en 8.900
millones de euros, contrayendo prácticamente todas las partidas de los
distintos ministerios… al menos se incrementará parados en el sector
público. ¿O no?
Y si se congela el salario mínimo, se agravará el déficit actual de
la Seguridad Social porque cada punto que no se incrementa el salario
mínimo supone 50 millones que deja de recaudar el sistema público de
pensiones, ya que el salario de dos millones de trabajadores viene
determinado por el salario mínimo, aparte de los 134.000 que lo cobran
directamente; con lo que se pondrán más dificultades al erario público
para apoyar a la economía productiva a crear empleo.
Pero si además los 6.200 millones de euros que se recaudarán con la
subida de impuestos va a servir para reducir la deuda (España tiene
pendientes de pagar 130.000 millones de deuda pública en 2012, mientras
que en 2011 tuvo que pagar 120.000), y no para impulsar políticas de
relanzamiento de la economía, ya que el sector financiero sigue
amartillando el dinero que le ha prestado el BCE al 1% en el propio BCE
al 0’25% porque no se fía ni de su sombra, y no abre la mano del crédito
ni de coña, entonces la recesión está servida. Y en condiciones de
menor creación de riqueza, de menor consumo e inversión, y el
consiguiente frenazo de la economía productiva, el paro aumenta.
Jordi Sevilla lo decía en El Mundo anteayer mismo. Pero es lo que
según el diario Público (8/1/2012) llevan mucho tiempo diciéndolo
expertos mundiales tales Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Raghuram Rajan,
Jordi Gali, Thomas J.Sargent, Cristopher A.Sims, Costas Lapavitsas,
Kenneth Rogoff, Jacques Sapir, Richar Koo, Martin Wolf, Wolfgang
Munchau, Stephen Roach, Jeffrey Sachs y Jean Olivier Blanchard; todos y
cada uno de estos economistas, con distintas concepciones ideológicas o
posiciones matizadas, coinciden en una cosa: sólo con políticas de
austeridad no vale, habrá que buscar la fórmula mágica para mezclar
políticas de recortes con políticas de estímulo. Santiago Carbó
(universidad de Granada) reprocha a los economistas (y se mete él mismo
en el saco) que no han hecho nada por encontrar esa fórmula.
A Merkel y la política sigue de espaldas a esta realidad, cada vez
más evidente. ¿O no lo proclaman a gritos los datos económicos? Pues las
cifras del paro son elocuentes por sí mismas. Y lanzan señales de
socorro para que se ponga como primer objetivo de la estrategia
económica la creación de empleo, antes incluso que el pago de la deuda, o
lo que es lo mismo, la reducción del déficit público.
El número de parados en las oficinas del antiguo INEM (hoy se llama
algo largo que viene a decir lo mismo: Servicios Públicos de Empleo, o
sea, INEM) a finales de 2011 ha sido de 4.422.359 personas en paro, de
los que sólo en 2011 se han generado 322.286, un 7’86% más que en 2010,
año en el que a su vez había aumentado el paro en 176.470 personas. Es
el nivel más elevado desde 1996, año en el que arrancó la serie
histórica de datos estadísticos comparables. Obviamente las cifras de
2010 e incluso del disparado 2011 son inferiores a los incrementos del
número de parados de 2008 (999.416) y 2009 (794.640), que fueron los
años más fuertes de la actual crisis económica. Pero el que en 2011 haya
vuelto a casi duplicarse el paro respecto de 2010, y el simple hecho de
que siga creciendo por casi un tercio del millón de personas (la
tercera mayor subida del paro en lo que va de crisis), es un dato tan
alarmante, que viene a eclipsar la comparativa con los incrementos de
2008 y 2009, pues si en estos años se incrementó tanto el paro, en los
siguientes no sólo no se ha logrado contrarrestar la deriva, sino que en
2011 volvemos a las andadas.
Respecto de los datos de paro de 2011 hay que destacar otros aspectos importantes:
1º) Que en diciembre de 2011 ha vuelto a crecer por quinto mes
consecutivo 1.897 personas más, mientras que en diciembre de 2010 había
bajado en 10.221 personas. Vamos, que desde agosto está creciendo el
paro ininterrumpidamente (51.185, 95.817, 134.182, 59.536 y 1.897
parados más).
2º) Que la reforma laboral puesta en marcha en el segundo semestre de
2011 justo ha producido el efecto contrario al deseado, pues en vez de
reducir el paro lo ha incrementado, o por lo menos ha coincidido el
incremento del paro incesante con los meses de aplicación de la reforma
laboral. Así lo reconoce la nueva Secretaria de Estado de Empleo,
Engracia Hidalgo.
3º) El paro de 2011 subió algo más entre las mujeres que en los
hombres, 165.736 de nuevas paradas (+8,1%), frente a 156.550 hombres
(+7,6%); en total, 2.212.621 mujeres en paro y 2.209.738 hombres en
paro.
4º) El paro subió en todos los sectores, y en especial en los
servicios, con 240.590 desempleados más (+10,1%); construcción también
incrementó el número de parados, pese a ser el sector más castigado en
años precedentes, con 22.861 parados más en 2011 (+3%); el tercer
colectivo en incremento de parados ha sido el de “sin empleo anterior”,
que subió en 21.871 desempleados (+6,1%); el paro en agricultura aumentó
en 19.132 personas (+15%); y en la industria repuntó en 17.832
desempleados (+3,6%).
5º) El número de contrato en 2011 se incrementó un 0’11% sobre 2010,
hasta los 14.433.232contratos. Pero tan sólo 685.802 fueron contratos
indefinidos a tiempo completo (un 11,77% menos que en 2010) y 424.361 a
tiempo parcial (un descenso del 5,9%). El resto, 13’1 millones de
contratos, fueron temporales o precarios.
6º) Los inmigrantes también sufrieron la lacra del paro en sus
carnes, pues su índice de paro se incrementó un 3’3%, unos 20.065
parados más. En total, 625.903 inmigrantes estaban en paro al finalizar
2011.
7º) De los 322.286 parados más del 2011, 295.499 eran mayores de 25
años (+8,06%); los menores de 25 años incrementaron su número de parados
un 6’2% hasta las 26.787 personas.
8º) Por CC.AA. fue Andalucía la que incrementó más su número de
parados, 65.153 más; le siguió Catalunya con 51.571 más, Comunidad
Valenciana 33.721 más, y Madrid con 26.781 más. Los menores incrementos
los registraron La Rioja (2.975 parados más) y Navarra (3.935) parados
más.
Con esta panorámica del paro en el año que se ha ido, ¿qué podemos
esperarnos para 2012? Ya lo hemos dicho: más paro. Si 2011 era el año en
que el empleo iba a levantar cabeza y ha acabado siendo malo, 2012 será
peor, y por tanto hay que esperar que se vuelvan a destruir unos
400.000 puestos de trabajo. España volverá a destruir empleo por quinto
año consecutivo. Todo un récord.
En noviembre Ángel Laborda (Funcas) recogía la media de las distintos
previsiones de los más importantes servicios de estudio y daba para
2012 una caída del empleo de 1’2%, y una tasa de paro del 22’2%. Pero
ahora las perspectivas han empeorado. Esos datos se daban cuando se
esperaba que el déficit iba a estar en el 6%, más o menos, y hoy se sabe
que está en el 8%, según dice el gobierno. Así que hoy todos los
estudios apuntan a una subida del paro por encima del 23% (el Instituto
de la Economía Mundial sitúa el paro español en 2012 en un 23’6%), y una
destrucción de puestos de trabajo entre 350.000 y 400.000 empleos. Con
estas perspectivas, la duda es si llegaremos o no a los 5’5 millones de
parados y paradas.
¿Qué hace mientras el gobierno? Entretenerse en prometer reformas
laborales. Pero a estas alturas, ¿quién cree que una reforma laboral va a
reactivar el empleo? Nadie en su sano juicio. Si se abarata más el
despido habrá más despidos, no más contrataciones. Y punto.
Quizá emprenda el gobierno también una reforma de las prestaciones
por desempleo. Los ultraliberales se lo piden sin pudor. No para
incrementarlas, que sería lo normal, ya que hay un 1’7 millones de
parados que ya no disfrutan de ninguna y la demanda está creciendo en
los últimos meses. No, sino todo lo contrario, para recortarlas. Porque,
según dicen, el Estado se gasta en los parados una barbaridad de dinero
público, dado el increíble aumento del paro. En 2007 el Ministerio de
Trabajo pagó en prestaciones de desempleo 14.780 millones de euros, un
1’4% del PIB, que se pagaban con las cotizaciones de empresarios y
trabajadores. Pero en 2008 las cotizaciones por desempleo no daban de sí
para cubrir el gasto en este tipo de prestaciones sociales, pues los
ingresos cayeron con el empleo, y las prestaciones crecieron hasta los
32.000 millones en 2010, de forma que el Estado ha tenido que poner ese
año más de 15.000 millones de euros.
Sí. El paro seguirá creciendo en 2012, mientras que las prestaciones
por desempleo seguirán faltando cada vez más para cubrir las necesidades
de los parados y paradas. Porque lo cierto es que si no se cambia de
estrategia económica, de modelo económico, estamos condenados a sufrir
esta depresión económica (se caiga o no en recesión, dure ésta todo el
año 2012 o no) durante años. Esto es una crisis económica a la japonesa,
de las que no acaban nunca. Y cuando acaban, se vuelven a reproducir al
poco tiempo. Es una crisis profundísima del capitalismo globalizado, y
lo descabellado de la situación es que quienes dirigen el proceso de
salida del túnel son los mismos que nos han metido en él.
Pero el problema del paro sólo lo conocen -porque lo viven- los
parados. La angustia que genera, las dificultades para la supervivencia
económica de ellos y sus familias, las secuelas psicológicas y sociales
que conlleva el drama del paro para sus víctimas, eso no interesa a los
economistas que sólo se fijan en las grandes cifras macroeconómicas como
eso, como meras cifras, sin reparar que detrás de ellas existen
personas que lo pasan mal sin tener ninguna culpa en la génesis de esta
crisis.
Pedro Vaquero – ATTAC Granada
No hay comentarios:
Publicar un comentario