Serie « Bancos contra pueblos: los entresijos de una partida amañada». La primera parte de las serie lleva el título «2007-2012 : 6 años en que los bancos se tambalearon » y ha sido publicada el 17 de Diciembre de 2012.
La actuación del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal |1|
A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. Muchos de ellos corrían el riesgo de morir por asfixia debido a que los money market funds americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones de dólares) por considerar que la situación de los bancos europeos era cada vez más arriesgada |2|. La posibilidad de no poder hacer frente a sus deudas amenazaba a los bancos. En este contexto, y tras una cumbre europea convocada de urgencia para el 21 de julio de 2011 con el objetivo de hacer frente a una posible cascada de quiebras bancarias, el BCE volvió a adquirir volúmenes enormes de deuda pública griega, portuguesa, irlandesa, italiana y española para inyectar liquidez a los bancos y libralos de una parte de los títulos que habían comprado con avidez en el período precedente. Esto no fue suficiente para evitar que la cotización en bolsa de los bancos continuase su caída en picado. Los directores de los bancos pasaron el mes de agosto de sobresalto en sobresalto. Hubo una acción clave para mantener los bancos europeos a flote: el BCE, en coordinación con la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Suiza, abrió una línea de crédito ilimitada a partir de septiembre de 2011 que equivalía a una transfusión en vena para aquellas entidades bancarias desprovistas de dólares. Si bien esto les permitió volver a respirar, no fue suficiente. El valor de sus acciones continuó su descenso a los infiernos. Entre el 1 de enero y el 21 de octubre de 2011, la cotización de Société générale cayó un 52,8 %, la de BNP Paribas un 33,3 %, la de Deutsche Bank un 28,8 %, la de Barclays en 30,5 %, y la de Crédit suisse en 36,7 %. En vista de ello, el BCE se vio obligado a sacar la artillería pesada: la LTRO (Long Term Refinancing Operation), en virtud de la cual, entre diciembre de 2011 y febrero de 2012, prestó más de 1 billón de euros (1.000.000.000.000€) a tres años con un interés del 1% a algo más de 800 bancos.
La Reserva Federal venía haciendo más o menos lo mismo con un tipo de interés oficial aún más bajo: 0,25%. En realidad, y así lo reveló en julio de 2011 un informe de la GAO (el equivalente en los Estados Unidos del Tribunal de Cuentas), la Reserva Federal había prestado 16 billones de euros (16.000.000.000.000€) a un tipo de interés inferior al 0,25% |3|. En este informe se viene a demostrar que, actuando de esta manera, la Reserva Federal no ha respetado sus propias normas prudenciales y que no advirtió de ello al Congreso. Según los trabajos de una comisión de investigación del Congreso de los Estados Unidos se ha dado una colusión evidente entre la Reserva Federal y los grandes bancos privados estadounidenses: « El consejero delegado de JP Morgan Chase formaba parte de la junta directiva de la Reserva Federal de Nueva York en el momento en que ’su’ banco recibió de ella una ayuda financiera de 390.000 millones de dólares Además, JP Morgan Chase actuó asimismo como intermediario para los créditos de emergencia que otorgó la Reserva Federal. » |4| Según Michel Rocard, ex primer ministro francés, y Pierre Larrouturou, economista, que se basan en una investigación realizada por la agencia financiera neoyorquina Bloomberg, la Reserva Federal habría prestado una parte de la suma mencionada con un tipo de interés infinitamente más bajo: 0,01%. Rocard y Larrouturou afirman en las columnas del periódico Le Monde : « Después de haber trillado 20.000 páginas de diferentes documentos, Bloomberg muestra que, en secreto, la Reserva Federal ha prestado a los bancos en dificultades una suma de 1,2 billones (1.200.000.000.000$) a un tipo de interés increíblemente bajo, un 0,01 %. » |5|. Plantean igualmente la siguiente pregunta: «¿Es normal que los bancos privados, que normalmente se financian con préstamos de los bancos centrales a un 1% puedan, en caso de crisis, disfrutar de un tipo del 0,01 %, mientras que, en caso de crisis, ciertos estados se vean obligados por el contrario a pagar tipos 600 u 800 veces superiores? ».
Por otro lado, los grandes bancos europeos tuvieron igualmente acceso a estos préstamos de la Reserva Federal hasta inicios de 2011 (Dexia recibió por esta vía 159.000 millones de dólares en calidad de préstamo, |6|lo mismo que los bancos Barclays, 868.000 millones, Royal Bank of Scotland, 541.000 millones, Deutsche Bank, 354.000 millones, UBS, 287.000 millones, Credit Suisse, 260.000 millones, BNP-Paribas, 175.000 millones, Dresdner Bank, 135.000 millones, Société Générale, 124.000 millones). El cierre para los bancos europeos de esta fuente de financiación a través de la Reserva Federal (por la presión ejercida por el Congreso de los EE.UU.) ha sido una de las razones por las cuales los money market funds estadounidenses comenzaran a su vez a cerrar el grifo de sus préstamos a las entidades europeas a partir de mayo-junio de 2011.
¿Cuáles han sido los efectos de que el BCE haya concedido a los bancos ese billón de euros a un tipo del 1%?
En 2012, los bancos han usado ese caudal de liquidez para comprar de forma masiva títulos de deuda pública de sus respectivos países. Tomemos por ejemplo a España. El BCE, a través del LTRO, ha prestado a los bancos españoles 300.000 millones de euros a 3 años con un tipo de interés del 1%. |7|. Con una parte de este dinero, los bancos han incrementado fuertemente sus adquisiciones de títulos de deuda emitidos por el estado español. La evolución ha sido espectacular. A finales de 2006, los bancos españoles eran titulares de deuda pública de su país por un valor de sólo 16.000 millones de euros, mientras que en 2010, tras haber incrementado la compra de deuda pública, esa cantidad pasó a 63.000 millones. En 2011 aumentaron aún más las compras, llegando a ser titulares de 94.000 millones de euros en deuda española. Gracias al LTRO, las adquisiciones se dispararon, literalmente. El volumen del que son titulares los bancos se duplicó en el lapso de unos meses hasta alcanzar, en julio de 2012, los 184.500 millones euros. |8|Es necesario mencionar que es una operación muy rentable para ellos. Habiendo recibido el dinero al 1%, pueden comprar con él títulos de deuda española a 10 años con un interés que ha variado entre el 5,5 y el 7,6% en el segundo semestre de 2012.
Veamos a continuación otro ejemplo: Italia. Entre finales de diciembre de 2011 y marzo de 2012, los bancos italianos reciben créditos del BCE por valor de 255.000 millones de euros en el marco del LTRO |9|. Mientras que a finales de 2010 tenían títulos de deuda pública de su país por valor de 208.300 millones de euros, a finales de 2011, pocos días después de que el LTRO comenzase a funcionar, el montante era de 224.100. A partir de ese momento, los bancos emplearon los créditos que recibían del BCE para comprar títulos de deuda italiana. En septiembre de 2012, llegaron a ser titulares de 341.400 millones de euros |10|. Lo mismo que en el caso español, la operación reporta una alta rentabilidad a los bancos: han recibido el dinero al 1% y con la compra de deuda italiana a 10 años obtienen un interés que ha variado entre el 5 y el 6,6% en el segundo semestre de 2012.
Este mismo fenómeno se ha producido en la mayor parte de los países de la zona euro. Se ha producido una reubicación de una parte de los activos de los bancos europeos en dirección a su país de origen. En concreto, se constata que durante 2012 se ha producido un aumento sustancial del porcentaje de la deuda pública de un país dado que está en manos de instituciones financieras de ese mismo país. Este hecho ha tranquilizado a los gobiernos de la zona del euro, en particular a los de España e Italia, pues vieron que tenían menos dificultades para vender a los bancos los títulos de deuda que emitían. El BCE parecía haber encontrado la solución. Con sus préstamos masivos a los bancos ha conseguido salvarlos de una situación crítica, al tiempo que evitó que algunos estados tuviesen que poner en marcha nuevos planes de salvamento del sector bancario. El dinero cedido en préstamo se empleaba, en parte, para adquirir títulos de deuda pública de los estados de la zona euro. Con ello se consiguió frenar el ascenso de los tipos de interés de algunos de los países más frágiles e incluso llevó a una bajada del de algunos otros.
No es difícil comprender que, desde el punto de vista de los intereses de los ciudadanos de los países en cuestión, habría sido necesario adoptar un enfoque completamente diferente. El BCE debería haber concedido los préstamos directamente a los estados y a un interés por debajo del 1% (como lo ha hecho con los bancos privados desde mayo de 2012), o incluso a interés cero. Igualmente, habría sido necesario socializar los bancos, poniéndolos bajo el control de los ciudadanos.
En vez de ello, el BCE ha puesto toda su atención en los bancos privados y les ha abierto una línea de crédito ilimitada a un tipo de interés bajísimo (de entre el 0,75 y el 1%). Bancos que, a su vez, han hecho un uso dispar de este maná estatal. Como acabamos de ver, por una parte, han comprado deuda soberana de países que, como España e Italia, se encontraba sometidos a una gran presión y se han visto obligados a concederles una remuneración elevada (de entre el 5 y el 7,6% en la deuda a 10 años). Por otro lado, del crédito que les concedió el BCE, han depositado una parte... ¡en el BCE! Los bancos tenían en el BCE entre 300.000 y 400.000 millones de euros en depósitos a un día con una remuneración del 0,25% a principios de 2012 y del 0% desde mayo de 2012. ¿Por qué hacen esto? Porque deben mostrar al resto de banqueros y al resto de actores privados que conceden créditos (money market funds, fondos de pensión, compañías de seguros) que disponen permanentemente de dinero líquido con el que poder hacer frente a la explosión de las bombas de relojería que se encuentran escondidas en sus libros contables. Si no tuviesen ese dinero líquido, los posibles prestamistas les darían la espalda o les obligarían a aceptar tipos de interés muy elevados. Otra medida que aplican los bancos para tranquilizar a los prestamistas privados es la compra de deuda soberana de estados que no presentan riesgos a corto o medio plazo: Alemania, Países Bajos, Francia... Y lo hacen con tal avidez que estos países pueden permitirse venderles su deuda a 2 años con un tipo de interés del 0% o incluso con un rendimiento ligeramente negativo (sin descontar el efecto de la inflación). Los intereses pagados por Alemania y el resto de países considerados como financieramente sólidos se han reducido considerablemente gracias a la política seguida por el BCE y al agravamiento de la crisis que afecta a los países llamados periféricos. Hemos asistido a una huida de capitales de la periferia europea en dirección al centro. Los títulos alemanes son tan fiables que, en caso de necesidad de dinero líquido, se pueden vender sin pérdidas de un día para otro. Los bancos no los compran con la perspectiva de conseguir ganancias, sino para tener cierta cantidad de dinero permanentemente disponible (sea en el BCE o en forma de títulos absolutamente líquidos) que les permita dar impresión de solvencia (a menudo falsa) y poder hacer frente a imprevistos que se puedan presentar. El beneficio lo sacan prestando dinero a España e a Italia, con lo que contrarrestan las perdidas que pudiesen sufrir con sus títulos de deuda alemana. Es de gran importancia señalar que los bancos no han incrementado el número de préstamos a las familias ni a las empresas, a pesar de que uno de los objetivos oficiales de los préstamos concedidos por el BCE era que aumentasen aquellos con el objetivo de estimular la economía.
Desde el punto de vista de las élites, ¿cuál es el balance del BCE?
Pongámonos por un instante en el lugar del 1% más rico para evaluar la acción del BCE. El discurso oficial insiste machaconamente en que el BCE ha realizado con éxito la transición entre el período de su antiguo presidente, el francés Jean-Claude Trichet, y el del actual, Mario Draghi |11|, antiguo presidente del Banco de Italia y expresidente de Goldman Sachs Europa. El BCE y los líderes de los principales países europeos han conseguido negociar una operación de reducción de la deuda griega convenciendo a los bancos privados para que acepten un descuento del 50% de la deuda que este país tenía con ellos, y consiguiendo del gobierno griego que se comprometa a un nuevo plan de austeridad radical que incluye privatizaciones masivas y una renuncia a una parte muy importante de la soberanía del país. Desde marzo de 2012 hay en Atenas enviados de la Troika permanentemente instalados en los ministerios cuya tarea es controlar de cerca las cuentas estatales. A partir de este momento, los préstamos a Grecia pasan por una cuenta controlada directamente por las autoridades europeas, que pueden bloquearla. La guinda del pastel es que los títulos de deuda griega ya no quedan dentro de la jurisdicción de los tribunales griegos. Las nuevas obligaciones que se emitan en el marco de este programa lo son de acuerdo con el derecho inglés y los litigios que surjan entre el Estado Griego y sus acreedores se dirimirán en Luxemburgo |12|.
Y eso no es todo. La presión del BCE y de los líderes europeos ha conseguido que el gobierno del Pasok, con Georges Papandreu a la cabeza, muy sumiso pero al mismo tiempo cada vez más impopular, dejase su lugar a un gobierno de unidad nacional formado por Nueva Democracia y Pasok y en el que desempeñan un papel clave ministros que provienen directamente del mundo financiero.
El panorama se completa con tres buenas noticias para el BCE y los líderes europeos: 1. Silvio Berlusconi se vio obligado a dimitir, dando paso a un gobierno formando por técnicos a cuya cabeza se encuentra Mario Monti, ex-comisario europeo muy cercano al mundo financiero y capaz de imponer a los italianos una vuelta de tuerca más en las políticas neoliberales |13|. 2. En España, el presidente de gobierno Mariano Rajoy, perteneciente al Partido Popular y en el cargo desde hace unos meses, está dispuesto a su vez a radicalizar la política neoliberal que ya había aplicado su predecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. 3. Los líderes europeos |14| han conseguido acordar un pacto de estabilidad que se va a construir sobre la base de la austeridad presupuestaria, la cesión por parte de los Estados Miembros de otro poco más de soberanía y una dosis adicional de sumisión a la lógica del capital privado. Finalmente, va a entrar en funcionamiento el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que mejorará las posibilidades de ayudar a los estados y a los bancos en la próximas crisis bancarias que no dejarán de producirse puesto que los Estados Miembros tienen dificultades para financiarse.
Todos estos ejemplos muestran que los líderes europeos, al servicio del gran capital, consiguen marginalizar cada vez un poco más al poder legislativo, dejando de lado lo que hayan elegido los votantes. Por otro lado, dónde queda la democracia, si los votantes que deseen rechazar categóricamente la austeridad no han de tener más posibilidad de hacerlo que con su voto, o si el significado político del mismo queda anulado en caso de no ir en el sentido deseado por los gobernantes, como sucedió en 2005 en Francia y en Países Bajos después del no al Tratado para una Constitución Europea, como sucedió en Irlanda y Portugal después de las elecciones de 2011, y como sucedió en Francia y Países Bajos, una vez más, después de las elecciones de 2012. Todo se ha dispuesto para que el margen de maniobra de los gobiernos nacionales y de los poderes públicos quede limitado por un marco contractual europeo cada vez más restrictivo. Se trata de una deriva muy peligrosa, a menos, naturalmente, que los gobiernos, apoyados por su población, decidan desobedecer.
Después de lo dicho, si nos ponemos en el lugar de Mario Draghi, de los principales dirigentes europeos y de los bancos, se puede decir que con lo sucedido en marzo-abril de 2012 tienen razones para estar felices. Todo parece salir bien.
Los límites del éxito del BCE y de los gobernantes europeos
Los nubarrones no tardan en llegar. Todo se complica a partir de mayo de 2012 cuando Bankia , el 4º banco español y dirigido por el que fue director general del FMI, Rodrigo Rato, entra virtualmente en quiebra. Según diferentes fuentes, las necesidades de recapitalización de los bancos españoles varían entre 40.000 y 100.000 millones de euros, y Mariano Rajoy, que no quiere recurrir a la ayuda de la Troika, se encuentra en una difícil situación. A ello se suman varios escándalos bancarios que surgen a nivel internacional, de los cuales el de más resonancia es el de la manipulación del Libor, el tipo interbancario de Londres, en el que se ven implicados una docena de grandes bancos. Por no hablar de la actuación reprobable del banco HSBC facilitando el blanqueo de dinero proveniente de la droga y de otras actividades delictivas.
En Francia, la mayoría de los votantes ya ha tenido suficiente con Nicolas Sarkozy y el 6 de mayo de 2012 François Hollande gana las elecciones. Esto, sin embargo, no supone una preocupación para el mundo financiero, ya que pueden contar con que los socialistas franceses aplicarán el mismo pragmatismo del que han hecho gala otros partidos socialistas europeos a la hora de continuar con la austeridad. Y eso a pesar del pueblo francés, muy propenso a sobrerreaciones diversas y susceptible a la creencia de que es necesario un cambio real.
En Grecia la situación es menos satisfactoria para el BCE porque Syriza, la coalición de izquierda radical que promete derogar las medida de austeridad, suspender el reembolso de la deuda y de enfrentarse a las autoridades europeas, puede llevarse la victoria electoral. Para los defensores de la austeridad europea es necesario impedirlo a toda costa. En la tarde del 17 de junio de 2012 reina el alivio en el BCE, en las sedes de los gobiernos europeos y en los consejos de administración de las grandes empresas: el partido de derecha Nueva Democracia queda por delante de Syriza. Incluso el nuevo presidente socialista francés se felicita por el resultado del escrutinio. Y al día siguiente, los mercados respiran. Se puede reanudar la ruta de la austeridad, de la estabilización de la zona del euro y del saneamiento de las cuentas de los bancos privados.
(continuará)
La 3ª parte de esta serie tratará sobre los dos objetivos principales que siguen los dirigentes europeos: culminar la mayor ofensiva contra los derechos sociales que se haya llevado a cabo después de la segunda guerra mundial y evitar un nuevo crack financiero / bancario que podría resultar peor que el de septiembre de 2008
Traducido por Fernando Lasarte Prieto. Revisión final por Eric Toussaint.
Parte 1
A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. Muchos de ellos corrían el riesgo de morir por asfixia debido a que los money market funds americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones de dólares) por considerar que la situación de los bancos europeos era cada vez más arriesgada |2|. La posibilidad de no poder hacer frente a sus deudas amenazaba a los bancos. En este contexto, y tras una cumbre europea convocada de urgencia para el 21 de julio de 2011 con el objetivo de hacer frente a una posible cascada de quiebras bancarias, el BCE volvió a adquirir volúmenes enormes de deuda pública griega, portuguesa, irlandesa, italiana y española para inyectar liquidez a los bancos y libralos de una parte de los títulos que habían comprado con avidez en el período precedente. Esto no fue suficiente para evitar que la cotización en bolsa de los bancos continuase su caída en picado. Los directores de los bancos pasaron el mes de agosto de sobresalto en sobresalto. Hubo una acción clave para mantener los bancos europeos a flote: el BCE, en coordinación con la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Suiza, abrió una línea de crédito ilimitada a partir de septiembre de 2011 que equivalía a una transfusión en vena para aquellas entidades bancarias desprovistas de dólares. Si bien esto les permitió volver a respirar, no fue suficiente. El valor de sus acciones continuó su descenso a los infiernos. Entre el 1 de enero y el 21 de octubre de 2011, la cotización de Société générale cayó un 52,8 %, la de BNP Paribas un 33,3 %, la de Deutsche Bank un 28,8 %, la de Barclays en 30,5 %, y la de Crédit suisse en 36,7 %. En vista de ello, el BCE se vio obligado a sacar la artillería pesada: la LTRO (Long Term Refinancing Operation), en virtud de la cual, entre diciembre de 2011 y febrero de 2012, prestó más de 1 billón de euros (1.000.000.000.000€) a tres años con un interés del 1% a algo más de 800 bancos.
La Reserva Federal venía haciendo más o menos lo mismo con un tipo de interés oficial aún más bajo: 0,25%. En realidad, y así lo reveló en julio de 2011 un informe de la GAO (el equivalente en los Estados Unidos del Tribunal de Cuentas), la Reserva Federal había prestado 16 billones de euros (16.000.000.000.000€) a un tipo de interés inferior al 0,25% |3|. En este informe se viene a demostrar que, actuando de esta manera, la Reserva Federal no ha respetado sus propias normas prudenciales y que no advirtió de ello al Congreso. Según los trabajos de una comisión de investigación del Congreso de los Estados Unidos se ha dado una colusión evidente entre la Reserva Federal y los grandes bancos privados estadounidenses: « El consejero delegado de JP Morgan Chase formaba parte de la junta directiva de la Reserva Federal de Nueva York en el momento en que ’su’ banco recibió de ella una ayuda financiera de 390.000 millones de dólares Además, JP Morgan Chase actuó asimismo como intermediario para los créditos de emergencia que otorgó la Reserva Federal. » |4| Según Michel Rocard, ex primer ministro francés, y Pierre Larrouturou, economista, que se basan en una investigación realizada por la agencia financiera neoyorquina Bloomberg, la Reserva Federal habría prestado una parte de la suma mencionada con un tipo de interés infinitamente más bajo: 0,01%. Rocard y Larrouturou afirman en las columnas del periódico Le Monde : « Después de haber trillado 20.000 páginas de diferentes documentos, Bloomberg muestra que, en secreto, la Reserva Federal ha prestado a los bancos en dificultades una suma de 1,2 billones (1.200.000.000.000$) a un tipo de interés increíblemente bajo, un 0,01 %. » |5|. Plantean igualmente la siguiente pregunta: «¿Es normal que los bancos privados, que normalmente se financian con préstamos de los bancos centrales a un 1% puedan, en caso de crisis, disfrutar de un tipo del 0,01 %, mientras que, en caso de crisis, ciertos estados se vean obligados por el contrario a pagar tipos 600 u 800 veces superiores? ».
Por otro lado, los grandes bancos europeos tuvieron igualmente acceso a estos préstamos de la Reserva Federal hasta inicios de 2011 (Dexia recibió por esta vía 159.000 millones de dólares en calidad de préstamo, |6|lo mismo que los bancos Barclays, 868.000 millones, Royal Bank of Scotland, 541.000 millones, Deutsche Bank, 354.000 millones, UBS, 287.000 millones, Credit Suisse, 260.000 millones, BNP-Paribas, 175.000 millones, Dresdner Bank, 135.000 millones, Société Générale, 124.000 millones). El cierre para los bancos europeos de esta fuente de financiación a través de la Reserva Federal (por la presión ejercida por el Congreso de los EE.UU.) ha sido una de las razones por las cuales los money market funds estadounidenses comenzaran a su vez a cerrar el grifo de sus préstamos a las entidades europeas a partir de mayo-junio de 2011.
¿Cuáles han sido los efectos de que el BCE haya concedido a los bancos ese billón de euros a un tipo del 1%?
En 2012, los bancos han usado ese caudal de liquidez para comprar de forma masiva títulos de deuda pública de sus respectivos países. Tomemos por ejemplo a España. El BCE, a través del LTRO, ha prestado a los bancos españoles 300.000 millones de euros a 3 años con un tipo de interés del 1%. |7|. Con una parte de este dinero, los bancos han incrementado fuertemente sus adquisiciones de títulos de deuda emitidos por el estado español. La evolución ha sido espectacular. A finales de 2006, los bancos españoles eran titulares de deuda pública de su país por un valor de sólo 16.000 millones de euros, mientras que en 2010, tras haber incrementado la compra de deuda pública, esa cantidad pasó a 63.000 millones. En 2011 aumentaron aún más las compras, llegando a ser titulares de 94.000 millones de euros en deuda española. Gracias al LTRO, las adquisiciones se dispararon, literalmente. El volumen del que son titulares los bancos se duplicó en el lapso de unos meses hasta alcanzar, en julio de 2012, los 184.500 millones euros. |8|Es necesario mencionar que es una operación muy rentable para ellos. Habiendo recibido el dinero al 1%, pueden comprar con él títulos de deuda española a 10 años con un interés que ha variado entre el 5,5 y el 7,6% en el segundo semestre de 2012.
Veamos a continuación otro ejemplo: Italia. Entre finales de diciembre de 2011 y marzo de 2012, los bancos italianos reciben créditos del BCE por valor de 255.000 millones de euros en el marco del LTRO |9|. Mientras que a finales de 2010 tenían títulos de deuda pública de su país por valor de 208.300 millones de euros, a finales de 2011, pocos días después de que el LTRO comenzase a funcionar, el montante era de 224.100. A partir de ese momento, los bancos emplearon los créditos que recibían del BCE para comprar títulos de deuda italiana. En septiembre de 2012, llegaron a ser titulares de 341.400 millones de euros |10|. Lo mismo que en el caso español, la operación reporta una alta rentabilidad a los bancos: han recibido el dinero al 1% y con la compra de deuda italiana a 10 años obtienen un interés que ha variado entre el 5 y el 6,6% en el segundo semestre de 2012.
Este mismo fenómeno se ha producido en la mayor parte de los países de la zona euro. Se ha producido una reubicación de una parte de los activos de los bancos europeos en dirección a su país de origen. En concreto, se constata que durante 2012 se ha producido un aumento sustancial del porcentaje de la deuda pública de un país dado que está en manos de instituciones financieras de ese mismo país. Este hecho ha tranquilizado a los gobiernos de la zona del euro, en particular a los de España e Italia, pues vieron que tenían menos dificultades para vender a los bancos los títulos de deuda que emitían. El BCE parecía haber encontrado la solución. Con sus préstamos masivos a los bancos ha conseguido salvarlos de una situación crítica, al tiempo que evitó que algunos estados tuviesen que poner en marcha nuevos planes de salvamento del sector bancario. El dinero cedido en préstamo se empleaba, en parte, para adquirir títulos de deuda pública de los estados de la zona euro. Con ello se consiguió frenar el ascenso de los tipos de interés de algunos de los países más frágiles e incluso llevó a una bajada del de algunos otros.
No es difícil comprender que, desde el punto de vista de los intereses de los ciudadanos de los países en cuestión, habría sido necesario adoptar un enfoque completamente diferente. El BCE debería haber concedido los préstamos directamente a los estados y a un interés por debajo del 1% (como lo ha hecho con los bancos privados desde mayo de 2012), o incluso a interés cero. Igualmente, habría sido necesario socializar los bancos, poniéndolos bajo el control de los ciudadanos.
En vez de ello, el BCE ha puesto toda su atención en los bancos privados y les ha abierto una línea de crédito ilimitada a un tipo de interés bajísimo (de entre el 0,75 y el 1%). Bancos que, a su vez, han hecho un uso dispar de este maná estatal. Como acabamos de ver, por una parte, han comprado deuda soberana de países que, como España e Italia, se encontraba sometidos a una gran presión y se han visto obligados a concederles una remuneración elevada (de entre el 5 y el 7,6% en la deuda a 10 años). Por otro lado, del crédito que les concedió el BCE, han depositado una parte... ¡en el BCE! Los bancos tenían en el BCE entre 300.000 y 400.000 millones de euros en depósitos a un día con una remuneración del 0,25% a principios de 2012 y del 0% desde mayo de 2012. ¿Por qué hacen esto? Porque deben mostrar al resto de banqueros y al resto de actores privados que conceden créditos (money market funds, fondos de pensión, compañías de seguros) que disponen permanentemente de dinero líquido con el que poder hacer frente a la explosión de las bombas de relojería que se encuentran escondidas en sus libros contables. Si no tuviesen ese dinero líquido, los posibles prestamistas les darían la espalda o les obligarían a aceptar tipos de interés muy elevados. Otra medida que aplican los bancos para tranquilizar a los prestamistas privados es la compra de deuda soberana de estados que no presentan riesgos a corto o medio plazo: Alemania, Países Bajos, Francia... Y lo hacen con tal avidez que estos países pueden permitirse venderles su deuda a 2 años con un tipo de interés del 0% o incluso con un rendimiento ligeramente negativo (sin descontar el efecto de la inflación). Los intereses pagados por Alemania y el resto de países considerados como financieramente sólidos se han reducido considerablemente gracias a la política seguida por el BCE y al agravamiento de la crisis que afecta a los países llamados periféricos. Hemos asistido a una huida de capitales de la periferia europea en dirección al centro. Los títulos alemanes son tan fiables que, en caso de necesidad de dinero líquido, se pueden vender sin pérdidas de un día para otro. Los bancos no los compran con la perspectiva de conseguir ganancias, sino para tener cierta cantidad de dinero permanentemente disponible (sea en el BCE o en forma de títulos absolutamente líquidos) que les permita dar impresión de solvencia (a menudo falsa) y poder hacer frente a imprevistos que se puedan presentar. El beneficio lo sacan prestando dinero a España e a Italia, con lo que contrarrestan las perdidas que pudiesen sufrir con sus títulos de deuda alemana. Es de gran importancia señalar que los bancos no han incrementado el número de préstamos a las familias ni a las empresas, a pesar de que uno de los objetivos oficiales de los préstamos concedidos por el BCE era que aumentasen aquellos con el objetivo de estimular la economía.
Desde el punto de vista de las élites, ¿cuál es el balance del BCE?
Pongámonos por un instante en el lugar del 1% más rico para evaluar la acción del BCE. El discurso oficial insiste machaconamente en que el BCE ha realizado con éxito la transición entre el período de su antiguo presidente, el francés Jean-Claude Trichet, y el del actual, Mario Draghi |11|, antiguo presidente del Banco de Italia y expresidente de Goldman Sachs Europa. El BCE y los líderes de los principales países europeos han conseguido negociar una operación de reducción de la deuda griega convenciendo a los bancos privados para que acepten un descuento del 50% de la deuda que este país tenía con ellos, y consiguiendo del gobierno griego que se comprometa a un nuevo plan de austeridad radical que incluye privatizaciones masivas y una renuncia a una parte muy importante de la soberanía del país. Desde marzo de 2012 hay en Atenas enviados de la Troika permanentemente instalados en los ministerios cuya tarea es controlar de cerca las cuentas estatales. A partir de este momento, los préstamos a Grecia pasan por una cuenta controlada directamente por las autoridades europeas, que pueden bloquearla. La guinda del pastel es que los títulos de deuda griega ya no quedan dentro de la jurisdicción de los tribunales griegos. Las nuevas obligaciones que se emitan en el marco de este programa lo son de acuerdo con el derecho inglés y los litigios que surjan entre el Estado Griego y sus acreedores se dirimirán en Luxemburgo |12|.
Y eso no es todo. La presión del BCE y de los líderes europeos ha conseguido que el gobierno del Pasok, con Georges Papandreu a la cabeza, muy sumiso pero al mismo tiempo cada vez más impopular, dejase su lugar a un gobierno de unidad nacional formado por Nueva Democracia y Pasok y en el que desempeñan un papel clave ministros que provienen directamente del mundo financiero.
El panorama se completa con tres buenas noticias para el BCE y los líderes europeos: 1. Silvio Berlusconi se vio obligado a dimitir, dando paso a un gobierno formando por técnicos a cuya cabeza se encuentra Mario Monti, ex-comisario europeo muy cercano al mundo financiero y capaz de imponer a los italianos una vuelta de tuerca más en las políticas neoliberales |13|. 2. En España, el presidente de gobierno Mariano Rajoy, perteneciente al Partido Popular y en el cargo desde hace unos meses, está dispuesto a su vez a radicalizar la política neoliberal que ya había aplicado su predecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. 3. Los líderes europeos |14| han conseguido acordar un pacto de estabilidad que se va a construir sobre la base de la austeridad presupuestaria, la cesión por parte de los Estados Miembros de otro poco más de soberanía y una dosis adicional de sumisión a la lógica del capital privado. Finalmente, va a entrar en funcionamiento el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que mejorará las posibilidades de ayudar a los estados y a los bancos en la próximas crisis bancarias que no dejarán de producirse puesto que los Estados Miembros tienen dificultades para financiarse.
Todos estos ejemplos muestran que los líderes europeos, al servicio del gran capital, consiguen marginalizar cada vez un poco más al poder legislativo, dejando de lado lo que hayan elegido los votantes. Por otro lado, dónde queda la democracia, si los votantes que deseen rechazar categóricamente la austeridad no han de tener más posibilidad de hacerlo que con su voto, o si el significado político del mismo queda anulado en caso de no ir en el sentido deseado por los gobernantes, como sucedió en 2005 en Francia y en Países Bajos después del no al Tratado para una Constitución Europea, como sucedió en Irlanda y Portugal después de las elecciones de 2011, y como sucedió en Francia y Países Bajos, una vez más, después de las elecciones de 2012. Todo se ha dispuesto para que el margen de maniobra de los gobiernos nacionales y de los poderes públicos quede limitado por un marco contractual europeo cada vez más restrictivo. Se trata de una deriva muy peligrosa, a menos, naturalmente, que los gobiernos, apoyados por su población, decidan desobedecer.
Después de lo dicho, si nos ponemos en el lugar de Mario Draghi, de los principales dirigentes europeos y de los bancos, se puede decir que con lo sucedido en marzo-abril de 2012 tienen razones para estar felices. Todo parece salir bien.
Los límites del éxito del BCE y de los gobernantes europeos
Los nubarrones no tardan en llegar. Todo se complica a partir de mayo de 2012 cuando Bankia , el 4º banco español y dirigido por el que fue director general del FMI, Rodrigo Rato, entra virtualmente en quiebra. Según diferentes fuentes, las necesidades de recapitalización de los bancos españoles varían entre 40.000 y 100.000 millones de euros, y Mariano Rajoy, que no quiere recurrir a la ayuda de la Troika, se encuentra en una difícil situación. A ello se suman varios escándalos bancarios que surgen a nivel internacional, de los cuales el de más resonancia es el de la manipulación del Libor, el tipo interbancario de Londres, en el que se ven implicados una docena de grandes bancos. Por no hablar de la actuación reprobable del banco HSBC facilitando el blanqueo de dinero proveniente de la droga y de otras actividades delictivas.
En Francia, la mayoría de los votantes ya ha tenido suficiente con Nicolas Sarkozy y el 6 de mayo de 2012 François Hollande gana las elecciones. Esto, sin embargo, no supone una preocupación para el mundo financiero, ya que pueden contar con que los socialistas franceses aplicarán el mismo pragmatismo del que han hecho gala otros partidos socialistas europeos a la hora de continuar con la austeridad. Y eso a pesar del pueblo francés, muy propenso a sobrerreaciones diversas y susceptible a la creencia de que es necesario un cambio real.
En Grecia la situación es menos satisfactoria para el BCE porque Syriza, la coalición de izquierda radical que promete derogar las medida de austeridad, suspender el reembolso de la deuda y de enfrentarse a las autoridades europeas, puede llevarse la victoria electoral. Para los defensores de la austeridad europea es necesario impedirlo a toda costa. En la tarde del 17 de junio de 2012 reina el alivio en el BCE, en las sedes de los gobiernos europeos y en los consejos de administración de las grandes empresas: el partido de derecha Nueva Democracia queda por delante de Syriza. Incluso el nuevo presidente socialista francés se felicita por el resultado del escrutinio. Y al día siguiente, los mercados respiran. Se puede reanudar la ruta de la austeridad, de la estabilización de la zona del euro y del saneamiento de las cuentas de los bancos privados.
(continuará)
La 3ª parte de esta serie tratará sobre los dos objetivos principales que siguen los dirigentes europeos: culminar la mayor ofensiva contra los derechos sociales que se haya llevado a cabo después de la segunda guerra mundial y evitar un nuevo crack financiero / bancario que podría resultar peor que el de septiembre de 2008
Traducido por Fernando Lasarte Prieto. Revisión final por Eric Toussaint.
Parte 1
Notas
|1| El Banco de Inglaterra y otros bancos centrales siguen, grosso modo, la misma política.|2| Desde agosto de 2011, he venido describiendo esta situación en un momento en que muy pocos comentaristas financieros se ocupaban del asunto. Véase la serie titulada « En el ojo del huracán: la crisis de la deuda en la Unión Europea » : « Los bancos europeos financiaron y financian todavía los préstamos que conceden a estados y empresas en Europa a través los créditos que piden a los money market funds de Estados Unidos. Pero estos organismos tienen miedo de lo que pasa en Europa (...). A partir de junio de 2011, esta fuente de financiación con bajos tipos de interés estaba prácticamente agotada, especialmente a costa de los grandes bancos franceses, lo que precipitó su caída en bolsa y aumentó la presión que ejercían sobre el BCE para que les recomprara los títulos, proveyéndoles dinero fresco. En resumen, tenemos aquí también la demostración de la amplitud de los vasos comunicantes entre la economía de Estados Unidos y la de los países de la Unión Europea. De allí los contactos incesantes entre Barack Obama, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, el BCE, el FMI… y los grandes banqueros, de Goldman Sachs a BNP Paribas, pasando por el Deutsche Bank. Una ruptura de los créditos en dólares de los que se benefician los bancos europeos puede provocar una grave crisis en Europa, e igualmente, una dificultad de los bancos europeos para reembolsar los préstamos estadounidenses, podría precipitar una nueva crisis en Wall Street.» (http://www.cadtm.org/Llego-la-crisis-a-su-apogeo). Un reciente estudio de la banca Natixis confirma la situación de emergencia que atravesaron los bancos franceses en el verano de 2011: Flash Economie, « Les banques françaises dans la tourmente des marchés monétaires » (Los bancos franceses en la tormenta de los mercados monetarios), 29 de octubre de 2012. En este documento se dice: « De junio a noviembre de 2011, los fondos monetarios americanos han retirado de improviso la mayor parte de la financiación dedicada a los bancos franceses. (…) Se trata de financiación a corto plazo por un valor de hasta 140.000 millones de dólares con los que, a finales de noviembre de 2011, han tenido que dejar de contar los bancos franceses, sin que se salvase ni uno de ellos. » (http://cib.natixis.com/flushdoc.aspx?id=66654). El cierre del grifo ha afectado igualmente a la mayor parte del resto de bancos europeos, según muestra este estudio publicado por Natixis.
|3| GAO, “Federal Reserve System, Opportunities Exist to Strengthen Policies and Processes for Managing Emergency Assistance”, julio de 2011. http://www.gao.gov/assets/330/321506.pdf. Este informe del Tribunal de Cuentas (GAO = United States Government Accountability Office) ha sido realizado gracias a una enmienda a la ley Dodd-Frank (véase más adelante) que fue presentada por los senadores Ron Paul, Alan Grayson y Bernie Sanders en 2010. Bernie Sanders, senador independiente, lo ha hecho público (http://www.sanders.senate.gov/imo/media/doc/GAO%20Fed%20Investigation.pdf ). Más aún, según un estudio independiente del Instituto Levy en el que colaboran economistas como Joseph Stiglitz, Paul Krugman y James K Galbraith, los créditos de la Reserva Federal habrían alcanzado un montante más elevado que el dado a conocer por la GAO, que sería en concreto de 29 billones de dólares y no de 16 billones. Véase James Felkerson, “$29.000.000.000.000: A Detailed Look at the Fed’s Bailout by Funding Facility and Recipient », www.levyinstitute.org/pubs/wp_698.pdf
|4| “The CEO of JP Morgan Chase served on the New York Fed’s board of directors at the same time that his bank received more than $390 billion in financial assistance from the Fed. Moreover, JP Morgan Chase served as one of the clearing banks for the Fed’s emergency lending programs.”, http://www.sanders.senate.gov/newsroom/news/?id=9e2a4ea8-6e73-4be2-a753-62060dcbb3c3
|5| Michel Rocard y Pierre Larrouturou: « Pourquoi faut-il que les Etats payent 600 fois plus que les banque ? »(¿Por qué han de pagar los estados 600 veces más que los bancos?), Le Monde, 3 de enero de 2012 http://www.larrouturou.net/2012/01/pourquoi-faut-il-que-les-etats-payent-600-fois-plus-que-les-banques/
|6| Véase el informe de la GAO que se menciona más arriba, en la pagina 196, y en el que se da fe de préstamos a Dexia por un valor de 53.000 millones de dólares, lo cual no representa más que una parte de los préstamos de la Reserva Federal a favor de Dexia. http://www.gao.gov/assets/330/321506.pdf
|7| Financial Times, “Banks plot early repayment of ECB crisis loans », 15 de noviembre de 2012, pág. 25.
|8| Según el periódico financiero español El Economista, http://www.eleconomista.es/espana/noticias/4252377/09/12/La-deuda-del-Estado-en-manos-de-la-banca-se-duplica-en-siete-meses.html
|9| Financial Times, ibid.
|10| Véase http://www.bancaditalia.it/statistiche/stat_mon_cred_fin/banc_fin/pimsmc/pimsmc12/sb58_12/en_suppl_58_12.pdf, cuadro 2.1a.
|11| Mario Draghi asumió el cargo de presidente del BCE el 1 de novembre de 2011.
|12| Véase http://fr.wikipedia.org/wiki/Crise_de_la_dette_publique_grecque#cite_ref-92. Véase igualmente Alain Salles y Benoït Vitkine, « Fatalisme face à un sauvetage échangé contre une perte de souveraineté » (Fatalismo frente a un salvamento a costa de pérdida de soberanía), Le Monde, 22 febrero de 2012, http://www.forumfr.com/sujet448690-....
|13| Mario Monti, primer ministro desde el 13 de novembre de 2011, fue nombrado senador vitalicio por el Presidente de la República Giorgio Napolitano. Con motivo de su nombramiento, dejó una serie de cargos de responsabilidad: la presidencia de la universidad privada italiana de más prestigio, la Bocconi,, así como la de la sección Europa de la Trilateral, uno de los cenáculos más importantes de la élite oligarca internacional, su cargo en la junta directiva del poderoso club Bilderberg y la presidencia del instituto neoliberal de análisis y estudio Bruegel. Monti fue consejero internacional de Goldman Sachs de 2005 a 2011 (en calidad de miembro del Research Advisory Council del Goldman Sachs Global Market Institute). Desempeñó en Bruselas el cargo de comisario europeo para el Mercado Único (1995-1999) para serlo después de la Competencia (1999-2004). Ha sido miembro del Senior European Advisory Council de Moody’s, consejero de Coca Cola, sigue siendo uno de los presidentes del Bussiness and Economics Advisory Group del Atlantic Council (un instituto norteamericano de análisis y estudio que promueve el liderazgo de los EE.UU.) y es parte de la junta directiva de Friends of Europe, un influyente instituto de análisis y estudio basado en Bruselas.
|14| Con la excepción del Reino Unido y la República Checa.
Eric Toussaint,
maestro de conferencias de la Universidad de Lieja, es presidente del
CADTM Bélgica (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo,www.cadtm.org ) y miembro del comité científico de ATTAC Francia. Ha escrito, junto con Damien Millet, AAA. Audit Annulation Autre politique, (AAA - Auditoría, Anulación, Alternativas políticas), Editorial Seuil, París, 2012
CADTM
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