El gobierno de EE.UU. y sus títeres de la OTAN han estado matando
hombres, mujeres y niños musulmanes durante una década en nombre de la
democracia. ¿Pero Occidentes per se un bastión de la democracia?
Los
escépticos señalan que el presidente George W. Bush llegó a su puesto
gracias a la Corte Suprema y que una serie de elecciones fueron
decididas por máquinas electrónicas de votación que no dejan un rastro
en el papel. Otros indican que los funcionarios elegidos representan los
intereses especiales que financian sus campañas y no a los votantes. El
rescate de los bancos organizado por el secretario del Tesoro y ex
presidente de Goldman Sachs Henry Paulson, y el hecho de que Washington
no haya inculpado a ningún bankster del fraude que contribuyó a
la crisis financiera, constituyen evidencias que apoyan el punto de
vista de que el gobierno de EE.UU. representa al dinero y no a los
votantes.
Los recientes sucesos de Grecia e Italia han creado más
escepticismo ante la afirmación de que Occidente es democrático. Dos
primeros ministros europeos elegidos, George Papandreu de Grecia y
Silvio Berlusconi de Italia, se vieron obligados a renunciar por el
asunto de la deuda soberana. Ni siquiera Berlusconi, un multimillonario
que sigue dirigiendo el mayor partido político italiano, pudo resistir
la presión de los banqueros privados y de funcionarios no elegidos de la
Unión Europea.
Papandreu duró solo 10 días después de anunciar el
31 de octubre de 2011 que permitiría que los votantes griegos
decidieran en un referéndum si aceptaban la austeridad impuesta al
pueblo griego desde el exterior. Austeridad es el precio que cobra la UE
por prestar al gobierno griego el dinero para pagar a los bancos. En
otras palabras, la pregunta era austeridad o default. Sin embargo la alternativa se decidió sin la participación del pueblo griego.
En
consecuencia los griegos han salido a las calles. Las condiciones que
acompañan la última fracción del rescate han vuelto a sacar a las calles
a grandes cantidades de griegos de Atenas y otras ciudades. Los
ciudadanos protestan contra un recorte de un 20% en el salario mínimo y
en las pensiones mayores de 12.000 euros (15.800 dólares) anuales y más
recortes en puestos de trabajo del sector público. Los impuestos griegos
aumentaron 2.300 millones de euros el año pasado y se prevé que
aumenten otros 3.400 millones de euros en 2013. La austeridad se impone a
pesar de la tasa de desempleo griega de un 21% en general y de 48%
entre los de menos de 25 años.
Una interpretación es que los
bancos, que fueron imprudentes en sus préstamos a los gobiernos, están
obligando a la gente a salvarlos de las consecuencias de sus malas
decisiones.
Otra interpretación es que la Unión Europea utiliza la
crisis de la deuda soberana para extender su poder y control sobre los
Estados miembros de la UE.
Algunos dicen que la UE utiliza los
bancos para la agenda de la UE, y otros dicen que los bancos utilizan a
la UE para la agenda de los bancos.
Por cierto, se pueden estar utilizando mutuamente. En todo caso la democracia no forma parte del proceso.
El
Primer Ministro nombrado –no elegido– de Grecia es Lucas Papademos. Es
ex gobernador del Banco de Grecia, miembro de la Comisión Trilateral de
Rockefeller y ex vicepresidente del Banco Central Europeo. En otras
palabras, es un banquero nombrado para representar a los bancos.
El
12 de febrero el Primer Ministro nombrado, cuya tarea es entregar
Grecia a los bancos o a Bruselas, no vio la ironía en su declaración de
que “la violencia no tiene sitio en una democracia”. Tampoco vio ninguna
ironía en el hecho de que 40 representantes elegidos del Parlamento
griego que rechazaron las condiciones del rescate hayan sido expulsados
por los partidos de la coalición gobernante. La violencia engendra
violencia. La violencia en las calles es una respuesta a la violencia
económica que se está ejerciendo contra el pueblo griego.
Italia
ha formado un segundo gobierno "democrático" carente de democracia. El
Primer Ministro nombrado, Mario Monti, no tiene que enfrentarse a una
elección hasta abril de 2013. Además, según informes noticiosos, su
“gabinete tecnocrático” no incluye ni un solo político elegido. Los
bancos no se arriesgan: Monti es el Primer Ministro y Ministro de
Economía y Finanzas.
Los antecedentes de Monti indican que
representa tanto a la UE como a los bancos. Es ex consejero europeo de
Goldman Sachs, presidente europeo de la Comisión Trilateral, miembro del
Grupo Bilderberg, ex comisionado de la UE y miembro fundador del Grupo
Spinelli, una organización lanzada en septiembre de 2010 para facilitar
la integración en la UE, es decir, aumentar el poder central sobre los
Estados miembros.
Cabe poca duda de que algunos gobiernos
europeos, igual que Washington, no han sido previsores desde el punto de
vista financiero, que han vivido más allá de sus posibilidades y
han creado gravámenes a los ciudadanos por culpa de las deudas. Había
que hacer algo. Sin embargo, lo que se está haciendo no es democrático.
Es una señal de que las elites occidentales –la Comisión Trilateral, el
Consejo de Relaciones Exteriores, el Grupo Bilderberg, las corporaciones
transnacionales, los bancos gigantescos, y los muy ricos– ya no creen
en la democracia.
Tal vez los futuros historiadores concluirán que
la democracia sirvió otrora los intereses del dinero para liberarse del
poder de reyes, aristocracia y gobiernos depredadores, pero a medida
que el dinero estableció el control sobre los gobiernos la democracia se
convirtió en un problema. Los historiadores hablarán de la transición
del derecho divino de los reyes al derecho divino del dinero.
Paul Craig Roberts fue editor del Wall Street Journal y secretario adjunto del Tesoro de EE.UU. Su último libro, How the economy was lost, acaba de ser publicado por CounterPunch/AK Press.
Rebelión
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