martes, 19 de junio de 2012

Por qué sube la prima de riesgo: cuatro teorías

Es la misma prima de riesgo que se calmaría cuando cambiásemos la Constitución; la misma que tenía nombre y apellidos y se llamaba Rodríguez Zapatero; la misma que bajaría en cuanto gobernase Rajoy, en cuanto se aprobase el plan de rescate a la banca, en cuanto pasasen las elecciones griegas… Es la misma prima de riesgo que continúa disparada, agotando todas las excusas y coartadas, asfixiando nuestro presupuesto público, hipotecando nuestro futuro. ¿Por qué sigue subiendo? ¿Por qué subió ayer cuando se suponía que debería de bajar? Cuatro teorías –todas basadas en las hipótesis de varios economistas informados con los que he charlado hoy– para explicar el porqué. Probablemente la respuesta correcta sea una mezcla de las cuatro en proporciones hoy difíciles de calcular.

1. La prima sube porque es un buen negocio. El mercado de la deuda soberana está hoy casi cerrado para España. Desde que las agencias de calificación nos quitaron los galones, los inversores más estables –fondos de pensiones y similares– ya no pueden entrar porque, por norma, solo pueden comprar valores etiquetados como seguros. Solo se están cubriendo las subastas de la deuda –hoy habrá otra– gracias a los propios bancos españoles y poco más. El rescate de la banca ha secado aún más la financiación privada. Apenas se mueve dinero en el mercado secundario y todos estos ingredientes forman el caldo de cultivo ideal para que los especuladores hagan un gran negocio hundiendo al bono español mientras el BCE se niega a actuar.

2. La prima sube porque no se conocen los detalles del rescate. “No se sabe de dónde va a salir el dinero, si va a ser del fondo temporal, o del fondo permanente de rescate, o qué efecto tendrá sobre la deuda pública española”, dijo ayer muy contundente el presidente del Banco Mundial. Robert Zoellick lo explica muy clarito: “Europa ha desaprovechado una bala”. “La ejecución de la iniciativa fue extremadamente pobre”. “Es alucinante que estemos hablando de poner 100.000 millones encima de la mesa y el mercado lo tome como algo negativo”. De todos los detalles por conocer, hay uno fundamental: si Alemania permitirá, (como pide Obama, Francia y el FMI), que el fondo de rescate preste directamente a los bancos sin pasar por los Estados y evitar así que España se hunda, arrastrada por una deuda privada que se convierte en deuda pública (como ya pasó con Irlanda). Hoy todo apunta a que Merkel por ahí no va a pasar. 

3. La prima sube porque el Gobierno no ha entregado prendas (y lo ha hecho fatal). El FMI y Bruselas piden a Rajoy que suba el IVA, que acelere la reforma de las pensiones, que rebaje los sueldos a los funcionarios y que reduzca las prestaciones por desempleo (entre otras cositas más). En lugar de eso Rajoy subió el IRPF (y al mismo tiempo lo bajó con la deducción por vivienda), enredó con el copago y recortó las becas y la inversión. “Está haciendo lo mismo que intentábamos nosotros”, explica una persona del equipo económico de Zapatero: “Recortar poco y que parezca que hace mucho, pero el mercado no se lo va a tragar”. Alemania tampoco se lo traga, no ve avances sustanciales en la lucha contra el déficit, no se fía de las cuentas públicas (y menos aún de las autonomías) y por eso no va a dar ni agua a España hasta que vea medidas drásticas. Por eso el BCE tampoco actúa: porque la prima de riesgo es la medida de presión con la que Merkel quiere disciplinar a sus socios del sur (incluso a riesgo de que la cuerda se pueda romper). 

4. La prima sube porque puede que España no vaya a pagar. Es una profecía autocumplida: cuanto más sube la prima, más probable es un default (un impago), porque los interese aumentan y hacen más insostenible la situación. A esta tesis se sumó ayer Wolfgang Münchau, uno de los columnistas más influyentes del Financial Times, a propósito de la encrucijada de la eurozona y el permanente veto alemán a todo lo que suene a unión bancaria o eurobonos: “¿Qué pasa si no hay un acuerdo? En ese caso, creo que Italia y España tendrían que dejar la zona euro” (…) “Si Italia y España abandonan el euro, es probable que también recurran a un default en su deuda. Tal acto probablemente provocaría el colapso del sistema financiero europeo, algo que en última instancia también repercutiría en Italia y España. Pero, irónicamente, una salida italiana o española del euro probablemente terminaría por dañar a Francia y Alemania más que a Italia o España”. Se supone que esto debería de ser una buena señal.

Ignacio Escolar
eldiario.es

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