martes, 15 de mayo de 2012

Impuesto Transacciones Financieras (ITF): "Reflexiones a propósito de la Tasa Robin Hood "

De este próximo miércoles 15 de mayo (en el que tantas referencias y motivos de movilización hay) hasta el 22 de mayo, está convocada una semana de acción global sobre la campaña Robin Hood Tax (RHT).

Entre medio tendremos, entre otras cosas y como uno de los motivos principales de la campaña, la reunión del G8 en Camp David (USA), sobre la que se pretende incidir en cuanto al nacimiento de la tasa.

Es una campaña muy "inglesa" pero que ha desvelado (quizás por el gran acierto al utilizar en ella la popular referencia de Robin Hood) simpatías y extensiones a otros puntos del mundo. Por lo que yo soy capaz de ver no muchos ni en Catalunya ni en España, como ya he comentado en alguna otra ocasión.

Hasta hoy siempre he resistido la tentación de escribir demasiado sobre la famosa tasa, tal vez porque estuve fuertemente ligado a una campaña en relación a ella durante el 2008 y, en cambio, la perspectiva que me ha dado el tiempo-un tiempo en el cual, por otra parte, han pasado tantas y tan importantes cosas-me hace ver el tema con mayor complejidad-e incluso contradicciones internas mías-que la que ya tiene por sí mismo! Pero si necesitaba una ocasión para hacerlo, esta semana de campaña y el hecho de que, últimamente, el tema ha perdido un poco la primera línea de actualidad que ha tenido durante bastante tiempo, en este periodo de crisis global, hoy parece que la he encontrado. Sólo será una primera aproximación, más histórica y conceptual que otra cosa.

Sobre el papel de los impuestos y / o las tasas, de lo que propuso Tobin, de lo que propuso ATTAC, de la CTT (CurrencyTransactionTax-Tasa sobre la Transferencia de Divisas) y, ahora, de las FTT (FinancialTransactionTax- Tasas sobre las Transacciones Financieras)

Ya vemos que, como casi siempre, tenemos problemas de lenguaje y de referencia importantes. La historia del tema empieza a ser larga y creo que es importante intentar clarificarla un poco desde la perspectiva actual!

Antes que nada un apunte sobre el papel de los impuestos y / o tasas que, a pesar de no ser exactamente lo mismo, tienen por lo que se refiere a lo que nos interesa a nosotros hoy una doble perspectiva común; una tasa, un impuesto, tiene, en general, dos grandes objetivos que, dependen del impuesto o tasa concreta de que se trate, pueden pesar en ella, cada uno de los objetivos, más o menos. Por un lado la recaudación de dinero por parte de quien los aplica (el impuesto sobre la renta es casi, sólo, un impuesto recaudatorio para, en definitiva y teóricamente, acabar redistribuyendo, más o menos, la riqueza dentro del país). Pero por otro lado, la incidencia sobre tendencias de todo tipo que interese modificar, está muchas veces en el origen y la razón de ser principal de los impuestos o tasas. Una tasa sobre contaminaciones ambientales tiene, en general, o al menos debería tener, un objetivo fundamental de reducir esta contaminación, de cambiar pues esta tendencia negativa para la sociedad y el planeta. Hecha la ley, hecha la trampa, y hay quien nos dirá que esto responde a la idea: "quien contamina paga" y que, entonces, quien tenga más dinero podrá seguir contaminando, pagando, en cuyo caso el objetivo del impuesto o tasa, y de hecho la propia realidad, queda en parte tergiversado, pero no por ello deja de servirnos como buen ejemplo!
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En 1971, el Sr. James Tobin hace una propuesta que él mismo resumiría, bastante más adelante, y de acuerdo con Wikipedia, de la siguiente manera (en el momento en que James Tobin hacía esta auto-explicación, ya habían tenido lugar las primeras crisis financieras de la globalización: la mexicana (1994), la del sudeste asiático (1997), la rusa (1998) y la brasileña (1999); la llamada crisis global en la que estamos ahora, no llegaría hasta casi 10 años después al centro del sistema , cuando las crisis periféricas ya no eran suficientes para los intereses del capital especulador):

"El Impuesto a las Transacciones Financieras fue ideado para amortiguar las fluctuaciones en los tipos de cambios. La idea es muy simple: aplicar, en cada cambio de una moneda en otra, un pequeño impuesto -digamos un 0,5% del volumen de las transacciones-. Esto disuade a los especuladores ya que muchos inversores invierten dinero en moneda extranjera a muy corto plazo, por lo que tendrían que pagar el impuesto muchas veces. Sin impuestos, lo que ocurrecuando el dinero se retira inmediatamente es que los países deben aumentar drásticamente los intereses para que su moneda siga siendo atractiva a los flujos financieros. Pero el alto interés y la constante fluctuación son desastrosos para la economía nacional, como se ha demostrado con las crisis financieras de la década de 1990 en México, el Sudeste asiático y Rusia. Con mí propuesta de impuesto a las transacciones financieras los países recuperarían cierto margen de maniobra para defender la economía nacional y sería por tanto una medida que limitaría el poder excesivo de los Mercados Financieros ".

Observamos pues, claramente, que el objetivo que pretendía alcanzar James Tobin no era la recaudación (que en todo caso habría, pero no sería, ni mucho menos, el objetivo principal) sino el modificar de forma importante una tendencia , para él-y con ello estaríamos de acuerdo muchísima gente actualmente-, negativa y con efectos muy malos. Es de observar que el tanto por ciento del impuesto-aunque él diga que es pequeño-es, de hecho, muy alto (0,5%); esto es así porque el objetivo es inhibir, disminuir drásticamente, estas operaciones, no tanto, insisto, recaudar dinero.

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Fue justamente en 1997 que Ignacio Ramonet, editor de Le Monde Diplomatique, recogió y reabrió la idea y la propuesta y creó, con este objetivo, la conocida asociación ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones y para la Ayuda a los Ciudadanos).

Estábamos en pleno proceso de globalización económica neoliberal e Ignacio Ramonet contribuía históricamente, con esta iniciativa, a empoderar el llamado movimiento antiglobalización que viviría sus años más luminosos alrededor de las primeras ediciones de los Foros Sociales Mundiales de Porto Alegre (2001-2003).

De hecho la propuesta de ATTAC fue conocida como la de la Tasa Tobin; sin embargo, y debido a una cierta ambigüedad en los términos, no quedaba del todo claro si se trataba de acabar con la especulación financiera, ¡que si!, sino también de ayudar a los ciudadanos con el dinero recaudado por la posible aplicación de la tasa. En este sentido, es interesante recoger el siguiente texto (procedente también de Wikipedia) de la declaración de objetivos de ATTAC España (el subrayado es mío):

“Los objetivos primordiales de ATTAC-entre ellos la reivindicación de establecer un impuesto a las Transacciones Financieras destinado a obtener fondos de ayuda a la Ciudadanía-persiguen organizar a la sociedad civil para poner freno a la dictadura de los poderes económicos, ejercida a través de los mecanismos de mercado.”

Y es interesante destacar también que, a pesar de que se está utilizando un lenguaje más amplio (Tasación de las Transacciones) de hecho, en aquellos momentos, todo el mundo pensaba sólo en las Transacciones de Divisas.

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En este ambiente "bipolar" (antiglobalización neoliberal y antiespeculación, pero también recaudación con fines distributivos de riqueza del dinero recaudado por la tasa) se fue moviendo el tema durante la 1 ª década del siglo XXI.

Y fue entonces cuando, con una iniciativa liderada por Lula y Chirac-con el más que visto bueno de Kofi Annan-"el sistema (por decirlo de una manera comprensible y en este caso no peyorativa)” se apropió, a su manera, de la idea y la incorporó a la agenda multilateral como mínimo oficiosa.

¿Cuándo y cómo lo hace? Lo hace en 2004 y basándose en la componente recaudatoria; de hecho el problema de las NNUU es siempre la financiación, y en plena época de comienzo del camino hacia los objetivos de desarrollo del milenio-ODMs-, a estos personajes se lesocurre introducir el concepto de "Nuevas e Innovadoras Fuentes de Financiación" para contribuir a alcanzar, financieramente hablando, los objetivos de las agendas multilaterales.

A pesar de que de estas pretendidas fuentes innovadoras se han introducido otras, la principal, pero ya casi definitivamente destinada sólo a recaudar fondos (para alcanzar los ODMs, para luchar por el cambio climático, etc.), es la evolución de la "Tasa Tobin" hacia la CTT (CurrencyTransactionTax - Tasa sobre la Transacción de Divisas).

La opción para recaudar fondos y, en cambio, no la opción inicial por lo que la pensó James Tobin, se ve claramente reflejada en el hecho de que el tanto por ciento que se propone tasar es mucho más pequeño; ha habido diferentes propuestas pero la que finalmente se impuso más es la del 0,005% (James Tobin habló del 0,5%). Con esta tasa, se decía (decíamos-yo incluido-) que el efecto sobre los mercados (que mal me suena actualmente esta frase pero, en el contexto en el que estábamos entonces nos preocupaba recaudar y no cambiar una tendencia) sería prácticamente inexistente y, en cambio, la recaudación sería muy importante y contribuiría de forma decisiva a la financiación, por ejemplo, del logro de los ODMs.

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La última etapa histórica de este tema es la que corresponde a la fase actual de la crisis financiera y económica global.

Con todos descolocados, esta vez sería el G20, en su segunda reunión en Londres, a comienzos de 2009, quien ponía de nuevo el tema sobre la mesa, encargándose un informe sobre su viabilidad e interés al (hay que agarrarse fuerte) FMI! Que, cabe destacar también, terminó haciendo un informe esencialmente positivo.

En esta etapa se hablará, definitivamente, de FTT (Tasas sobre las Transacciones Financieras); sin embargo, sin indicar sobre qué tipo de transacciones (hay tantas y tan diversas en tantos sentidos) y volviendo a aquella bipolaridad que ya vivimos y que ya hemos descrito. Por un lado son contempladas como tasas que deberían inhibir las dinámicas más especulativas y, por otra parte, deberían recaudar dinero, pero ahora para fines menos filantrópicos: se trataría de recuperar parte del dinero que los sistemas públicos han puesto en el sistema bancario.

Y aquí estamos todavía, esencialmente, actualmente. De todas formas dos cosas son muy claras: a) a pesar del informe favorable del FMI, el G20 cortó radicalmente el tema; curiosamente, pero no inexplicablemente, las posiciones contrarias más importantes vienen ahora de las economías emergentes; ¿por qué? pues porque en estos momentos la mayor parte de flujos de inversión extranjera (uno de los tipos importantes de transacciones financieras en el mundo) va a parar a estos países, y un impuesto inhibidor como las FTTs, les haría perder parte significativas de estas inversiones; b) sólo Europa (Sarkozy, tomando el relevo de Chirac en este tema, ha sido hasta ahora el principal defensor y lo contagió a su aliada principal: Merkel) tiene todavía el tema sobre la mesa, pero, claramente y principalmente, en la vertiente recaudatoria y sin que despierte entusiasmos ni al ECOFIN ni al conjunto de jefes de estado o de gobierno que, desde mi punto de vista, lo acabarán de matar este mismo verano!
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Apuntes de debates presentes pendientes y por un debate y acción futura

Sólo como enunciados a desarrollar en futuros escritos:

a) Las políticas de FTTs sólo tendrán éxito (en la vertiente que sea) si se prohíben y cierran definitivamente los paraísos fiscales (es evidente que si son paraísos fiscales también lo serán para estas tasas)

b) Actualmente hay dinámicas financieras que son simplemente una locura, un sinsentido que no lleva a ninguna parte. Poder comprar bonos de un vecino y, a la vez, hacer un seguro por si el vecino no puede pagarlos en el momento de su vencimiento, es como tener acciones en la casa del vecino y, a la vez, un seguro sobre su incendio. Esto sólo alimenta dinámicas especulativas "wintowin", los especuladores o ganan o ganan, y siempre maximizan su ganancia!

c) En el sentido anterior (y hay muchos otros ejemplos) debemos decirnos, y hay que decirlo bien fuerte, que hay tipos (bastantes e incluso muchos) de Transacciones Financieras que simplemente deben prohibirse (y se puede hacer) en muchos casos, y como mínimo regular cuidadosamente en otros

d) En el marco apuntado, y sólo en este marco, no sólo tiene sentido sino que es imprescindible una dinámica de Tasas sobre Transacciones Financieras pero, entonces, con finalidad recaudatoria; sin embargo, el destino de la recaudación debe ser la distribución de la riqueza mundial entre los ganadores de la globalización (el norte rico por más que sufra ahora) y el sur empobrecido (en gran parte por esta globalización neoliberal). Y, en este contexto, aún que no sea ningún imperativo técnico, lo más lógico y justo es que estas tasas se apliquen mundialmente y sean gestionadas por las NNUU.

Josep Xercavins i Valls. Asociación proyecto Gobernanza Democrática Mundial, apGDM
elmercuriodigital.es

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