Veintiún billones, con b, de dólares. He aquí lo que las personas más
ricas del mundo esconden en paraísos fiscales internacionales. Aunque,
la cantidad real podría sea mayor –podría llegar a los 32 billones– dado
que, por supuesto, es casi imposible conocerla con exactitud.
Al
mismo tiempo que los gobiernos recortan el gasto público y despiden a
los trabajadores, en aras de una mayor “austeridad” obligada por la
desaceleración de la economía, los superricos –menos de 10 millones de
personas– han escondido lejos del alcance del recaudador de impuestos
una cantidad igual a las economías japonesa y estadounidense juntas . Se
afirma en un nuevo informe de Tax Justice Network 1 (Red
para la justicia tributaria) cuyas conclusiones son impactantes. Los
ingresos fiscales perdidos gracias a los refugios fiscales
extraterritoriales – offshore –, señala el informe, “son lo
suficientemente grandes como para marcar una diferencia significativa en
todas nuestras medidas convencionales de la desigualdad. Dado que la
mayor parte de la riqueza financiera desaparecida pertenece a una
pequeña élite, el efecto es asombroso.”
James S. Henry, ex
economista jefe en McKinsey & Co., autor del libro The Blood Bankers
(Los banqueros ensangrentados) así como de artículos en publicaciones
como The Nation y The New York Times, buscó su información en el Banco
de Pagos Internacionales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial, las Naciones Unidas, bancos centrales y analistas del sector
privado, y descubrió los contornos de la gigantesca reserva de dinero
que flota en ese lugar nebuloso conocido como offshore . (Y eso que sólo
se ha ocupado del dinero en efectivo: el informe deja de lado cosas
como bienes raíces, yates, obras de arte y otras formas de riqueza que
los superricos esconden, libres de impuestos, en los paraísos fiscales
extraterritoriales.) Henry se refiere a éstos como un “agujero negro” en
la economía mundial y señala que, “a pesar de tener mucho cuidado de
quedarse corto, por prudencia, los resultados son asombrosos.”
Hay
una gran cantidad de información que analizar en este informe, por lo
que nos hemos limitado aquí a seis cosas que debe usted saber sobre el
dinero que los más ricos del mundo esconden al resto de nosotros.
1. Les presentamos al Top 0,001%
“Según
nuestras estimaciones, al menos un tercio de toda la riqueza financiera
privada, y casi la mitad de toda la riqueza offshore, es ahora
propiedad de las 91.000 personas más ricas del mundo: sólo un 0,001% de
la población mundial”, dice el informe. Estos 91.000 que forman el
vértice de la pirámide tienen alrededor de 9,8 billones de dólares del
total estimado en este informe, y menos de diez millones de personas
detentan todo el montón de dinero en efectivo.
¿Quiénes son esas
personas? Sabemos que son los más ricos, pero ¿qué más sabemos de ellos?
El informe menciona a “especuladores inmobiliarios chinos y magnates
del software de Silicon Valley, con edades en torno a la treintena de
años”, y luego están aquellos cuya riqueza proviene del petróleo y el
tráfico de drogas. No menciona, pero podría, a los candidatos
presidenciales de Estados Unidos. Por ejemplo, a Mitt Romney que recibió
fuertes críticas por tener dinero guardado en una cuenta bancaria en
Suiza y en inversiones ubicadas en las Islas Caimán, según el sitio web
Politifact 2 .
Los
narcotraficantes tienen necesidad, por supuesto, de ocultar sus
ganancias ilícitas, pero muchos de los otros superricos pretenden
simplemente evitar el pago de impuestos, para lo cual construyen
complicadas redes de empresas e inversiones sólo para deducir un poco
más de la factura fiscal que pagan en su país de origen. Todo sirve.
2. ¿Dónde está el dinero? Difícil saberlo
Offshore
, según Henry, no es ya un lugar físico, aunque haya bastantes lugares,
como Singapur y Suiza, señala, que todavía se especializan en
proporcionar “residencias físicas seguras y fiscalmente interesantes” a
los ricos del mundo.
Pero en estos tiempos que corren, la riqueza
offshore es virtual. Henry lo describe como algo nominal,
hiperportátil, multijurisdiccional, a menudo lugar temporal de redes de
entidades y arreglos legales o cuasi legales. Una empresa puede estar
situada en una jurisdicción, ser propiedad de un fideicomiso ubicado en
otro lugar y estar administrada por fideicomisarios de un tercer lugar.
“En última instancia, por lo tanto, el término offshore se refiere a un
conjunto de capacidades” y no tanto a uno o varios lugares.
También
es importante, señala el informe, distinguir entre los “paraísos
intermedios” –lugares en los que piensa la mayoría de la gente cuando
habla de paraísos fiscales, como las islas Caimán de Mitt Romney, las
Bermudas o Suiza– y los “paraísos de destino”, que incluyen los EE.UU.,
el Reino Unido e incluso Alemania. Estos destinos son deseables ya que
proporcionan “mercados de valores relativamente eficientes y regulados,
bancos respaldados por grandes poblaciones de contribuyentes, y
compañías de seguros. Además de códigos jurídicos desarrollados,
abogados competentes, poder judicial independiente y Estado de derecho.”
Así pues, los mismos que escapan al pago de impuestos barajando
su dinero por diferentes lugares, se aprovechan de los servicios
financiados por los contribuyentes para hacerlo. Y aquí, en EE.UU.,
algunos estados han comenzado, desde la década de 1990, a ofrecer
entidades jurídicas a bajo costo “cuyos niveles de confidencialidad,
protección frente a los acreedores y ventajas fiscales rivalizan con los
de los tradicionales paraísos fiscales secretos del mundo.” Añada a
esto el porcentaje cada vez menor de los impuestos que pagan los ricos y
las empresas estadounidenses y verán que estamos empezando a tener un
aspecto muy atractivo para aquellos que buscan escamotear su dinero.
3. Grandes bancos rescatados dirigen este negocio
¿Pero,
quién facilita este proceso? Algunos nombres familiares salen
rápidamente a la superficie cuando se escarba en los datos: Goldman
Sachs, UBS y Credit Suisse son los tres primeros, y el Bank of America,
Wells Fargo y JP Morgan Chase están en el Top 10 . Según señala el
informe, “Ahora podemos añadir algo más a su lista de distinciones: son
los actores principales de los refugios fiscales de todo el mundo y
herramientas clave del injusto sistema tributario global.”
A
finales de 2010, los mayores 50 bancos privados gestionaban alrededor de
12,1 billones de dólares en “activos transfronterizos” invertidos por
sus clientes. Es más del doble de la cifra de 2005, y representa una
tasa media de crecimiento anual superior al 16 por ciento.
“Desde
bancos a empresas contables y abogados corporativos, algunas de las
mayores empresas del mundo son parte de la trama de evasión fiscal
global”, escribe en The Guardian la investigadora financiera (y ex
trader de Goldman Sachs) Lydia Prieg. “Estas empresas no son personas
jurídicas a las que podamos llamar la atención para que paguen su parte
justa; su razón de ser consiste en maximizar sus ganancias y las de sus
clientes.”
“Hasta finales de la década de 2000”, señala Henry,
“la sabiduría convencional entre los capitalistas evasores era ‘¿Qué hay
más seguro que los bancos suizos, estadounidenses o británicos
etiquetados como “demasiado grande para quebrar?”’ Sin los rescates que
acompañan a la crisis financiera de 2008 –añade– muchos de los bancos
que están escondiendo dinero en efectivo para los ultra ricos ya no
existirían. “Dar por sentado el apoyo de los gobiernos es precisamente
la razón principal por la que los superricos hacen sus negocios con los
bancos de mayor tamaño.”
4. La desigualdad es peor de lo que creíamos
Con
toda esta riqueza oculta en todo el mundo, imposible de contar y de
hacer tributar –señala Tax Justice Network–, no cabe duda de que estamos
subestimando la desigualdad de ingresos y riqueza realmente existente.
Stewart Lansley, autor de The Cost of Inequality (El costo de la
desigualdad), aseguró a Heather Stewart, de The Guardian: “No hay
absolutamente ninguna duda de que las estadísticas sobre la renta y la
riqueza de los de arriba disminuyen la magnitud del problema”.
Al
calcular el coeficiente Gini, que mide la desigualdad en una sociedad,
dijo, “No se recogen los multimillonarios y billonarios, e incluso
cuando se hace, no es adecuadamente”.
Este es un asunto tan
importante que Tax Justice Network incluyó un segundo informe, al mismo
tiempo que el de Henry, titulado “Inequality: You don’t know the half of
it” 3 (Desigualdad:
no conoce usted ni la mitad). El informe detalla todos los problemas de
la forma en que ahora calculamos la desigualdad; a menudo parecen ser,
en esencia, que no tenemos una medida exacta de la verdadera riqueza de
los super ricos. Los datos sobre ingresos fiscales están disponibles,
pero si en realidad hay billones escondidos por todo el mundo en los
paraísos fiscales, ¿cómo calcular los ingresos reales de los más ricos
del mundo?
La desigualdad se ha disparado en todo el mundo, según
los cálculos comúnmente utilizados. Si el 1 por ciento superior de la
población de EE.UU. no sólo es dueño de un 35,6 por ciento de la
riqueza, por ejemplo, sino que también tiene un paquete de dinero mucho
mayor escondido en algún lugar, ¿qué significado tiene esto para
nosotros? No olvidemos, señala el informe, que “la desigualdad es una
opción política.” Es decir, nosotros decidimos qué hacer como sociedad
basándonos en el monto de desigualdad que consideramos tolerable o
justo. Si ese monto es mucho mayor de lo que pensamos, ¿de qué modo
sesga nuestras prioridades?” Muchos estadounidenses ya de por sí están
mal informados acerca de nuestro nivel de desigualdad, pero este informe
confirma que incluso los supuestos expertos están subestimando en mucho
el problema.
5. Los países “endeudados” no deben, en realidad, nada
El
informe de Henry destaca un subgrupo de 139 países, de ingresos bajos o
medios ingresos, y destaca que según la mayoría de los cálculos, dichos
139 países tenían en conjunto una deuda superior a 4 billones de
dólares a finales de 2010. Pero si se toma en cuenta todo el dinero que
se atesora offshore , los países en realidad tendrían una deuda negativa
de 10 billones de dólares, o como Henry escribe: “Una vez tomados en
consideración estos activos ocultos y los ingresos que generan, muchos
antiguos países “deudores” resultan ser, de hecho, países ricos. Pero el
problema es que su riqueza está depositada offshore , en manos de sus
propias élites y sus banqueros privados.”
Henry señala además que
los países en desarrollo en su conjunto resultan ser acreedores del
mundo desarrollado, en lugar de deudores, y lo han sido durante más de
una década. “Esto significa que se trata realmente un problema de
justicia tributaria, no simplemente de “deuda.”
Pero esas deudas,
como hemos señalado, recaen en los hombros de los trabajadores de esos,
que no pueden disfrutar de las ventajas de los sofisticados paraísos
fiscales.
Y esto, por supuesto, no es sólo un problema del mundo
en desarrollo. Hoy día, señala Henry, el mundo desarrollado tiene su
propia crisis de la deuda (véanse los problemas actuales de la zona
euro). El economista francés Thomas Piketty señala, “la riqueza
depositada en paraísos fiscales es probablemente de un monto suficiente
como para convertir a Europa en un acreedor neto muy grande con respecto
al resto del mundo.”
6. ¿Cuánto estamos perdiendo?
He
ahí el meollo del asunto, ¿no es así? Es imposible saber a ciencia
cierta, por supuesto, debido a que las cifras son sólo estimaciones,
pero Henry calcula que si estos 21 billones de dólares no declarados
obtuvieran una tasa de rendimiento del 3 por ciento y los ingresos se
gravaran a un 30 por ciento, por sí solos generarían ingresos fiscales
de alrededor de 190.000 millones de dólares. Si la cantidad total de
dinero colocada en paraísos fiscales fuera cercana a la estimación más
alta, es decir a 32 billones de dólares, se obtendrían cerca de 280.000
millones, que es aproximadamente el doble del monto que los países de la
OCDE gastan en ayuda al desarrollo. En otras palabras, un montón de
dinero. Y eso teniendo en cuenta que un rendimiento del 3 por ciento es
un cálculo muy prudente.
Estamos hablando únicamente de impuestos
sobre la renta: los impuestos sobre las plusvalías, impuestos a la
herencia y otros aportarían aún más.
Por eso Henry afirma que, a
fin de cuentas, podríamos tomar este asunto como una buena noticia. “El
mundo acaba de localizar un montón enorme de riqueza financiera que
podría utilizarse para contribuir a la solución de los problemas
mundiales más acuciantes”, escribe. “Tenemos la oportunidad de pensar no
sólo acerca de cómo prevenir algunos de los abusos que han conducido a
esta situación, sino también de pensar en la mejor manera de hacer uso
de los ingresos actualmente no tributables que genera.”
http://www.alternet.org/story/ 156467/6_things_you_should_ know_about_the_$21_trillion_ the_world%27s_richest_people_ are_hiding_in_tax_shelters? akid=9150.56478.9B5DZ8&rd=1& src=newsletter684627&t=3& paging=off
2 http://www.politifact.com/ truth-o-meter/statements/2012/ jul/17/barack-obama/obama-ad- says-romney-stashed-money- cayman-islands/
3 http://taxjustice.blogspot.be/Sarah Jaffe
alternet.org
Traducido para Rebelión por S. Seguíhttp://www.rebelion.org/noticias/economia/2012/8/seis-cosas-que-debe-usted-saber-acerca-de-los-21-billones-de-dolares-que-las-154781
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