Tras la quiebra de Lehman
Brothers el 15 de septiembre de 2008, el sistema financiero se vio envuelto en un
caos sistémico. Y las culpas a la Reserva Federal por no haber apuntalado a ese
banco de 151 años de historia, que había sobrevivido a la guerra civil, la Gran Depresión y a
dos guerras mundiales no se hicieron esperar. Por eso la Fed reaccionó de inmediato
cuando la aseguradora AIG se vio en problemas y al día siguiente de dejar caer
a Lehman inyectaba a AIG 85.000 millones de dólares. Los bancos centrales de
Europa, Reino Unido y Japón se sumaban a la acciones de la Fed y en conjunto apuntalaban
al sistema financiero con 224.000 millones de euros.
La fuerza virulenta de la crisis
obligó a la Reserva
Federal a crear el Programa de Alivio de Activos en Problemas
conocido como TARP (Troubled Asset Relief Program) que significó un gasto de
700.000 millones de dólares que el Congreso inicialmente rechazó pero que tras
la intervención de Hank Paulson, aprobó en segunda instancia con 70.000
millones de dólares adicionales. ¿Qué dijo Hank Paulson para persuadir al
Congreso de la necesidad si o si de los 700.000 millones de dólares?. Debió ser
algo suficientemente convincente para que el Senado diera el visto bueno. Las
palabras con las que Hank Paulson chantajeó al Congreso fueron (“Esto será
mucho peor que la Depresión
de los años 30, cuando el desempleo llegó al 25 por ciento”). Tras esas
palabras los congresistas aprobaron de inmediato el rescate con el dinero
público. Aquí un seguimiento a los destinos de ese dinero por New York Times.
Actuando en secreto y a espaldas
de la gente
Sin embargo, esos 700.000
millones de dólares son sólo una pequeña parte de una cantidad de dinero mucho
mayor que se ha invertido en apuntalar el sistema financiero de Estados Unidos.
Y la mayor parte de ese dinero de los contribuyentes no ha tenido ningún
escrutinio público ni ha sido discutido en el Congreso. Como señalábamos un año
antes de este informa, La
Reserva Federal ha actuado en el más absoluto secreto y a
espaldas de la gente para rescatar a un sistema financiero fraudulento y
corrupto. De acuerdo a una auditoria encargada por el Senador Bernie Sanders y
realizada por la
Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (Government
Accountability Office), se publicó este informe, en julio de 2011, que indica
que Estados Unidos proporcionó más de 16 billones de dólares en préstamos
secretos para rescatar a bancos y empresas de Estados Unidos y de Europa de la
mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. En su página web, Bern Sandres
señaló:
Como resultado de esta auditoría, ahora
sabemos que la Reserva
Federal proporcionó más de 16 billones de dólares en
asistencia financiera total a algunas de las mayores instituciones financieras
y corporaciones en los Estados Unidos y en todo el mundo…Este es un claro caso
de socialismo para los ricos y de resistente individualismo para todos los
demás.”. Se socializan las pérdidas pero las ganancias siempre son de carácter
privado.
La auditoría de los programas de
préstamos de emergencia de la Reserva Federal apenas se informaron por los
medios tradicionales. Pese a ser la primera auditoria en la historia de la Fed desde sus inicios en 1913.
Los resultados verifican que más de 16 billones de dólares (el actual PIB de
Estados Unidos o el total de la deuda pública de ese país) se asignaron a
corporaciones y bancos internacionales durante los meses álgidos de la crisis
financiera de 2008. Tras este auténtico escándalo que la prensa ignoró por
completo seguramente al no saber lo que representan 16 billones de dólares,
Sanders declaró el 21 de julio:
“Ninguna agencia del gobierno de Estados
Unidos debe permitir que se rescate a un banco o sociedad extranjera sin la
aprobación directa del Congreso y el presidente”
Aunque el Informe GAO no
cuestiona las acciones de la Fed,
sirve como un claro testimonio del nivel de catástrofe en que estaba el sistema
financiero hace cinco años. Demuestra también la total impunidad con que actúa la Fed a espaldas del gobierno de
su propio país para defender los intereses de la banca, que no son otros que
sus dueños. De esta forma, mientras se hace hincapié en la deuda pública o el
excesivo gasto en salud y educación, circulan fabulosas cantidades de dinero a
espaldas de todo el mundo.
Haciendo el trabajo de Dios
Entre otras cosas la auditoría
estableció que la
Reserva Federal “carece de un sistema suficientemente
exhaustivo para tratar casos de conflictos de interés, a pesar de que existen
serios riesgos de abusos en este sentido”. De hecho, la Reserva Federal
también hizo el trabajo de Dios y ejecutó acciones a favor de empleados y
contratistas privados a fin de que pudieran mantener sus inversiones en las
mismas corporaciones e instituciones financieras que recibían préstamos de
emergencia. Por ejemplo, el CEO de JP Morgan cumplía funciones en el Directorio
de la Reserva Federal
de Nueva York mientras su banco recibía más de 390.000 millones de dólares en
ayuda financiera por parte de la Reserva Federal. Además, JP Morgan Chase actuaba
como uno de los bancos de compensación para los programas de préstamos de
emergencia de la Fed.
Otro hallazgo perturbador de la GAO es el que indica que el 19
de Septiembre del 2008 el señor William Dudley, presidente de la Reserva Federal de
Nueva York, recibió una dispensa para permitirle conservar sus inversiones en
AIG (American International Group, un líder mundial en el campo de los seguros)
y GE (General Electric) mientras estas compañías recibían fondos de rescate..
Una razón por la cual la FED
no obligó a Dudley a vender sus acciones, según la auditoría, fue porque tal
acción podría haber creado la apariencia de un conflicto de intereses.
La investigación también reveló
que la Fed
tercerizaba a contratistas privados como JP Morgan, Morgan Stanley y Wells
Fargo la mayoría de sus programas de préstamos de emergencia. Estas mismas
firmas también recibían billones de dólares de la Fed por préstamos concedidos a
tasas de interés cercanas al cero.
El detalle de los principales
beneficiarios de estos préstamos, concedidos entre el 1º de Diciembre de 2007 y
el 21 de Julio de 2010, es el siguiente:
Citigroup: $2.5 billones ($2,500,000,000,000)
Morgan Stanley: $2.04 billones ($2,040,000,000,000)
Merrill Lynch: $1.949 billones ($1,949,000,000,000)
Bank
of America:
$1.344 billones ($1,344,000,000,000)
Barclays
PLC (United Kingdom):
$868 mil millones ($868,000,000,000)
Bear
Sterns: $853 mil millones ($853,000,000,000)
Goldman Sachs: $814 mil millones
($814,000,000,000)
Royal Bank of Scotland (UK): $541 mil millones ($541,000,000,000)
JP
Morgan Chase: $391 mil millones ($391,000,000,000)
Deutsche Bank (Germany):
$354 mil millones ($354,000,000,000)
UBS (Switzerland):
$287 mil millones ($287,000,000,000)
Credit Suisse (Switzerland):
$262 mil millones ($262,000,000,000)
Lehman Brothers: $183 mil millones ($183,000,000,000)
Bank
of Scotland (United Kingdom):
$181 mil millones ($181,000,000,000)
BNP
Paribas (France): $175 mil millones ($175,000,000,000)
Wells Fargo & Co. $159 mil millones
($159,000,000,000)
Dexia SA (Belgium) ) $159 mil millones
($159,000,000,000)
Wachovia Corporation $142 mil millones
($142,000,000,000)
Dresdner Bank AG (Germany) $135 mil
millones ($135,000,000,000)
Societe Generale SA (France) $124 mil
millones ($124,000,000,000)
Todos los demás $2,6 billones ($
2,639,000,000,000)
Total $16.115 billones ($
16.115.000.000.000)
Marco Antonio Moreno
El Blog Salmón
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