Muchos lectores del blog han venido con la misma pregunta:
“¿es bueno o malo que se use la hucha de las pensiones para comprar
deuda pública española?” Pregunta a través de la cual he descubierto una
notable preocupación por el hecho de que el 90% de la hucha de las
pensiones esté invertida en deuda pública española. Noto mucha
desinformación al respecto, por lo que en este artículo trato de aclarar
ciertas cosas que todo el mundo debería saber para decidir por su
cuenta si ésta es una acción positiva o negativa.
La “hucha de las pensiones” (denominada Fondo de Reserva de la
Seguridad Social) fue creada en el año 2000. En esta hucha el Estado
español depositó determinadas cantidades de dinero con la intención de
mantenerlo aparte y poder recurrir a él en caso de necesidad
(concretamente la necesidad de satisfacer las pensiones futuras). Es
decir, con este fondo o “hucha” el Estado español lo que hace es ponerle
nombre a una parte de su dinero para que solo pueda ser usado en caso
de que en alguna ocasión no tenga suficiente dinero para pagar las
pensiones a los ciudadanos españoles. Ese dinero se reserva para las
pensiones, y no para otro tipo de gasto estatal. A modo de ilustración
gráfica, lo que hace el Estado es meter ese dinero en un monedero
distinto de donde guarda el resto de su dinero.
Sin embargo, al comparar este fondo con una hucha cometemos un error
típico. Lo que hace una persona normal con una hucha normal (imaginemos
la típica con forma de cerdito) es ir guardando en ella el dinero y no
romper la hucha hasta que le resulte necesario. Durante todo ese tiempo
el dinero está inactivo y no juega ningún papel en la economía. El
dinero permanece literalmente guardado y apartado. No se ha usado para
nada. En el caso de la hucha de las pensiones es muy diferente: el
Estado no deja inactivo ese dinero, sino que lo pone en movimiento; lo
utiliza. Y lo utiliza para invertir en determinados activos financieros
que tarde o temprano le darán una rentabilidad. Es decir, el Estado en
vez de dejar inutilizado el dinero como hace una persona con su hucha de
cerdito, compra con él títulos financieros para que el dinero se
revalorice (es decir, que aumente su valor). Si no utilizara de esta
forma el dinero, el Estado al cabo de un tiempo seguiría teniendo la
misma cantidad, y por lo tanto tendría menor valor debido a que el
dinero pierde valor con el paso del tiempo (piénsese en la inflación).
Por ejemplo, lo que hace el Estado español con este dinero es comprar
deuda pública a Francia, para que al cabo de un tiempo Francia le
devuelva el dinero con unos intereses añadidos. De esta forma el dinero
de la hucha reservado para las pensiones aumenta.
Y éste es precisamente uno de los usos que le ha dado el Estado
español al dinero de la hucha de las pensiones: comprar deuda pública de
países. ¿De qué países? Solamente cuatro: Alemania, Francia, Países
Bajos, y España. Puede parecer raro que el Estado español utilice el
dinero de la hucha para comprar deuda pública española. Pero en economía
tiene sentido porque es como si estuviésemos hablando de dos monederos
que tiene el Estado español. El dinero que tiene en un monedero el
Estado Español lo pasa a otro monedero, de forma que al cabo de un
tiempo ese dinero tendrá que volver al monedero original pero con su
valor aumentado. A efectos prácticos es como si España se prestase
dinero a sí mismo. Contablemente resulta raro, pero como vemos es una
práctica legítima y comprensible (¿qué habría de malo en que nosotros
mezclásemos el dinero que tuviésemos en monederos distintos?).
Desde la creación de la hucha ha sido así. En 2007 el 55% del dinero
de la hucha de las pensiones estaba destinado a deuda pública española
(el 55% del dinero de un monedero del Estado español estaba en otro
monedero), mientras que el resto (45%) estaba destinado a deuda pública
francesa, holandesa y alemana (en ese orden). Hoy día es el 90% del
dinero de la hucha de las pensiones el que está destinado a deuda
pública española (el 90% del dinero de un monedero del Estado español
está en otro monedero), mientras que el resto (10 %) está invertido en
deuda pública francesa, holandesa y alemana.
Un artículo publicado recientemente
por el diario estadounidense Wall Street Journal ha puesto el acento en
que la mayor parte de la hucha de las pensiones se ha usado para
invertir en deuda pública española. Debido a la falta de profundidad en
el artículo y al desconocimiento del público en general, muchas personas
han pensado que la hucha de las pensiones se está vaciando y que por lo
tanto no habrá dinero para las pensiones futuras. Nada más lejos de la
verdad. Desde que se creó en el año 2000, el dinero de la hucha no ha
estado guardado, sino invertido en deuda pública de ciertos países. El
dinero nunca ha estado en la hucha, sino en otra parte (en títulos de
deuda pública). Lo que está ocurriendo simplemente es que el destino de
ese dinero está cambiando, pasando de títulos de deuda pública
extranjeros a títulos de deuda pública españoles. ¿Por qué ocurre esto?
Recordemos que las emisiones de deuda pública funcionan como una subasta (para profundizar en ello leer este artículo).
El Estado español ofrece títulos de deuda pública y los interesados
pujan por ellos. Cuantas más personas pujen por la deuda pública
española, menor será el precio al que el Estado español venderá su deuda
(menor será su prima de riesgo, en definitiva), lo cual será positivo
para el Estado español. Lo que está haciendo en la actualidad el Estado
español es mandar todo el dinero que puede de la hucha de las pensiones a
pujar por su deuda pública (el dinero de un monedero pasando al otro
monedero), lo que hace que aumente la demanda de títulos y por lo tanto
logrando que el precio de los mismos baje (que la prima de riesgo baje).
En otras palabras, el Estado español está cambiando el destino del
dinero de la hucha de las pensiones para aliviar el peso de su deuda
pública, al presionar a la baja los tipos de interés (el precio) que
piden por ella. La intención
es que tarde o temprano sea el 100% del dinero de la hucha el que esté
destinado a deuda pública española (que el 100% del dinero de un
monedero esté en el otro monedero).
Este movimiento es criticado no porque se esté vaciando la hucha de
las pensiones (algo que como ya se ha apuntado no tiene sentido) sino
porque muchos consideran que la deuda pública no es muy fiable ya que
puede ocurrir que el estado español quiebre y por lo tanto no pueda
devolver el dinero (el monedero receptor de dinero no podría devolver el
dinero que provenía del monedero de la hucha), en cuyo caso sí que no
habría dinero para las pensiones. Pero este argumento adolece de muchas
debilidades: en primer lugar, es tremendamente difícil que un Estado
quiebre ya que siempre se le terminan ofreciendo facilidades para que
ello no ocurra; y en segundo lugar, en el caso de que el Estado español
quebrase y no pudiera devolver todo el dinero prestado, siempre podría
establecer prioridades a la hora de devolver el dinero, en cuyo caso
sería perfectamente factible que el Estado no devolviese el dinero
prestado por determinadas instituciones financieras en favor de devolver
el dinero de la hucha de las pensiones. No habría ningún problema
técnico; en todo caso sería político. Si hay voluntad, las pensiones
pueden estar plenamente aseguradas incluso en el peor de los casos.
Eduardo Garzón
Saque de Esquina
http://eduardogarzon.net/es-bueno-o
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