Al mapa interactivo de la deuda pública y privada agregamos ahora un mapa de la deuda externa, entendiendo por este concepto a esa parte de la deuda total de un país que se adeuda a acreedores extranjeros. La deuda puede ser pública o privada, y los acreedores pueden ser bancos, gobiernos o instituciones financieras como el FMI o el Banco Mundial. Una forma de ver la deuda externa es comparándola con el PIB
del pais. Es lo que se presenta en la primera gráfica, que da cuenta de
los 16 países con mayor deuda externa. Nótese que si bien Estados
Unidos es el país con la deuda externa más elevada (16 billones de
dólares), su deuda casi se equipara al PIB. No es lo que ocurre con Reino Unido, Francia y Alemania, cuya deuda externa duplica al PIB.
Los datos de deuda externa que presento en estas gráficas están tomados de la base de datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS), el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Banco Mundial. Han sido actualizados al cuarto trimestre de 2012 y una planilla con los datos para 68 países se puede revisar aquí.
Los datos de deuda externa que presento en estas gráficas están tomados de la base de datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS), el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Banco Mundial. Han sido actualizados al cuarto trimestre de 2012 y una planilla con los datos para 68 países se puede revisar aquí.
La deuda externa es más importante que la deuda pública, dado que
implica fugas de dinero hacia el exterior que ponen en riesgo la
relación del tipo de cambio. La deuda pública tiene la ventaja de que
permite reciclarse en la propia economía. No así la deuda externa, que
crea un gran agujero con el constante pago de intereses en otra moneda.
En la siguiente gráfica vemos la relación deuda externa, deuda pública y
PIB de un conjunto de países europeos.
En esta selección de ocho países europeos, todos tienen una deuda externa superior al PIB. La situación más abultada es la de Francia y Alemania, con una deuda externa que casi duplica el PIB
de estos países. Es una réplica de lo que ocurre en Irlanda, Holanda y
Bélgica. Pero la deuda externa del Reino Unido es, sin duda, la más
inquietante: casi 5 veces el PIB, como se aprecia en la siguiente gráfica.
Países pequeños como Mónaco o Luxemburgo tienen niveles de deuda externa que son desproporcionados para su PIB:
20 y 40 veces, respectivamente. El caso de Irlanda es emblemático dado
que gran parte de su deuda externa de 2,16 billones de dólares
corresponde al sector bancario. Similar situación a la de Islandia cuya
relación deuda externa/Pib es de 999% (10 veces) y en gran parte del
sector bancario.
La comparación de la deuda externa con el PIB
nos permite comprender la sostenibilidad de la deuda de un país, aunque
su evolución depende en gran parte de las políticas económicas que
generen un nivel de crecimiento que permita pagar la deuda. Como muchos
países han aplicado planes de austeridad que reducen el crecimiento e
imposibilitan el pago de la deuda, la deuda se sigue reproduciendo por
la vía del interés compuesto.
En todo caso, tanto este análisis comparativo como el anterior,
nos permite despejar ciertas dudas sobre la deuda y establecer que el
gran problema no es la deuda pública sino la deuda privada. Es muy
cierto que una deuda excesiva no puede ser sostenida indefinidamente.
Pero hay momentos para recortar deuda y estos son los momentos de auge
del ciclo, y no los momentos de caída.
Marco Antonio Moreno
El Blog Salmón
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