Las grandes transacciones financieras ilegales,
el desarrollo con baja regulación de la banca off-shore, los altos
volúmenes de dinero proveniente del tráfico de drogas, ventas ilegales
de armas y el desarrollo de los paraísos fiscales han creado un panorama
de tensión en las finanzas internacionales fruto de las amenazas que
esto implica para los mercados financieros, como resultado de esta
sumatoria de adversidades que son la expresión del blanqueo de capitales
que predomina en el mundo.
El blanqueo de capitales, o lavado de
dinero, se corresponde con toda actividad ilegal cuyos objetivos es
ocultar el origen de la generación de riquezas injustificable para
lograr que estas pasen al circuito económico de manera legal. En tal
sentido el canal primario de conversión son las instituciones
financieras por ser estas las que gozan de la confianza de ser
depositario del efectivo del público y que permanentemente entra a la
economía para financiar las actividades productivas y que administran el
sistema de pagos.
El Grupo de Acción Financiera Internacional
(GAFI) ha profundizado investigar acerca del patrón de actuar de los
blanqueadores de dinero en el mundo, llegando a la conclusión de que la
mafia financiera internacional no descansa en su intención de penetrar
el dinero ilegal a través de las entidades bancarias como mecanismo
idóneo de hacer del dinero ilegal en legal para que forme parte de la
economía real. En tal sentido ha identificado tres fases de la
penetración del dinero sucio en los bancos.
La primera fase se
logra mediante la colocación del dinero ilegal en el sistema financiero
en fracciones pequeñas utilizando diferentes tipos de cuentas, sin
levantar ninguna sospecha de los ejecutivos bancarios ni del organismo
supervisor. Por igual se hacen adquisiciones de cheques o money orders,
pagos y compras a través de Internet, una vez penetrado el dinero
blanqueado en el sistema financiero, se pasa a la segunda fase que es
hacer transferencias de una cuenta a otra a los diferentes bancos del
mundo, así como realizar múltiples compras, transacciones comerciales
ficticias y ventas de diferentes productos de inversión cuyo epicentro
de operación se encuentran en los denominados paraísos fiscales que
normalmente están situados en las islas del Caribe y en Chipre.
La
última y tercera fase del blanqueo de capitales GAFI la identifica como
la fase de la integración, y es cuando el dinero ilegal regresa a su
propietario pero pasando por la economía real que le da un carácter de
legal ya que se utilizan para impulsar negocios constituidos bajo las
modalidades establecidas por la Ley de cada país. En tal sentido este
dinero blanqueado impacta en el sector inmobiliario con las compras de
casas y apartamentos lujosos, el negocio de obras de arte, relojes de
lujos, negocios de vehículos, obras benéficas y con todo esto penetran a
las estructuras de los partidos políticos y el gobierno hasta incidir
en las decisiones internas de estos en las candidaturas a las diferentes
posiciones electivas.
Para que se tenga una idea de lo que
representa el blanqueo de capitales solo hay que tomar en cuenta que al
inicio del 2003, se estimaba que en el mundo el monto de banqueo de
capitales oscilaba entre la fría suma de US$300 mil a US$500 mil
millones, sin embargo, para el primer semestre del 2013 se blanquea la
respetable suma de US$1100 millones. Para el FMI el dinero sucio en el
mundo representa entre un 3.5% y un 5.4% del PIB lo que para el Banco
Mundial esto significa que entre 2,17 billones y 3,61 billones de
dólares están siendo blanqueados y penetrados a la economía real.
Se
reconoce la lucha titánica que ha llevado a cabo USA para enfrentar el
blanqueo de capitales dentro y fuera de su territorio, sin embargo, el
congreso norteamericano ha admitido que los bancos europeos y de ese
país blanquean anual la temible suma que oscila entre US$500 mil
millones y un billón de dólares y que ambas zonas se reparten en un 50%
los depósitos que reciben del blanqueo y que forman parte del circuito
financiero de ambos.
El blanqueo de dinero en la práctica está
avalado por las grandes entidades bancarias ya que estas han
desarrollado dos vías de acceso al lavado de dinero; por un lado está la
denominada banca privada que gestiona fondo de inversión con alta
confidencialidad con tasas de rendimiento de hasta un 25%, en tanto, que
por el otro lado está la banca de corresponsalía en el cual un banco de
un país gestiona servicios y negocios financieros con un banco de otro
país sin que intervenga un espacio físico y con grandes beneficios.
Desde las islas del Caribe se transfieren grandes volúmenes de dinero
blanqueado al mundo cuyo soporte son los paraísos fiscales.
Daris Javier Cuevas, economista
Listín Diario
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