El Santander y el resto de los bancos españoles más solventes están aprovechando las turbulencias financieras para ampliar su dominio en el mercado, tanto nacional como internacional. Un período de rebajas que no quieren dejar escapar.
Datos, datos y más datos nos recuerdan durante estos primeros días del año 2009 la mala situación que atraviesa el mundo financiero. O mejor dicho, una parte de éste. “Las instituciones que no se encuentran muy contaminadas por los activos tóxicos ni tienen grandes deudas se encuentran ante un trampolín de cara a los próximos años”, explica Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y de la Fundación CEPS.
“El entorno actual permite rescatar bancos en dificultades a precios atractivos, de forma que los grupos saneados crezcan a cuenta de los jugadores más débiles”, afirmaba en octubre, en pleno descalabro de la Bolsa, el director financiero del Santander, José Antonio Álvarez. Una nueva oportunidad de mercado para la banca española tras la época dorada, o más bien aladrillada, que llegó a su fin en 2007.
Desde entonces Santander, BBVA, Popular, Sabadell y Caixa Galicia han puesto en venta su patrimonio inmobiliario para obtener plusvalías y reforzar su liquidez. El próximo en hacer caja sería el BBVA, que recientemente convocaba un concurso de notarios para elegir quién escriturará los traspasos de los edificios. Resultado: 1.000 millones de plusvalías para financiar su nueva sede en Madrid. Mayores beneficios logró en 2008 por esta operación el Santander: más de 1.600 millones. “Ya sabían que el sector inmobiliario iba a caer, intentaban anticiparse al estallido de la burbuja inmobiliaria”, explica a DIAGONAL Julio Rodríguez, ex presidente del Banco Hipotecario.
Aunque sí previeron el crash inmobiliario, ninguna entidad lo había hecho con el desplome financiero internacional. “Ha pillado a todo el mundo por sorpresa”, exclama Montero, y corroboran el resto de especialistas consultados por este periódico.
“Los bancos, incluidos los españoles, no tenían por qué dudar de la capacidad financiera de entidades como Merrill Lynch o Lehman & Brothers”, reconoce el economista José Enrique González-Quijano. Ahora ya sí lo hacen. “Estos activos tóxicos son operaciones fuera de balance, entonces nadie sabe la posición de solvencia de sus competidores. Éste es el verdadero problema, no tanto el de liquidez, porque a las instituciones financieras se les está inyectando dinero desde la esfera pública”, explica el propio Montero.
Una crisis, más oportunidades
“Las crisis siempre significan necesidades y oportunidades para el reajuste y la concentración empresarial. Las empresas –productivas o financieras– que tienen dinero aprovechan para comprar o absorber (en este caso es posible que fueran acreedores de las empresas compradas) otras que piensan les serán rentables en el medio plazo”, explica Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Sovereing, ABN Amro, Banco Real, Alliance & Leicester o Bradford & Bingley son algunas de las nuevas firmas que ha adquirido últimamente el grupo de Botín. Nombres para la mayoría desconocidos, pero que la sitúan, según Cotizalia, como la primera entidad en España y Brasil (donde en 2009 tendría previsto despedir a 900 trabajadores), la segunda en Europa y la sexta en EE UU. Una posición a la que también ha ayudado la compra o intercambio de activos a entidades como Fortis, RBS o General Electric. A falta de conocer los resultados de todo el año, hasta el tercer trimestre sus beneficios se elevaban hasta casi los 7.000 millones.
Aunque días después de hacerse público este dato, la entidad reconocía que la estafa de Madoff les imposibilitaría llegar a los 10.000 millones de beneficios en 2008. Además, probablemente, como su filial Banesto, seguirá las indicaciones del Banco de España de no alardear demasiado de sus beneficios. Banesto ha declarado unos beneficios de 779,8 millones, un incremento de sólo un 2% frente a 2007, ya que el ex banco de Mario Conde ha realizado una provisión voluntaria de 60 millones, lo que supone que sus beneficios podrían haberse incrementado hasta un 7%.
Pero el Santander no está solo en esta aventura. BBVA, Sabadell, Popular, Caja Madrid y La Caixa tampoco han desaprovechado las oportunidades que presta el mercado. Y no sólo en el sector financiero, el BBVA también se expande a las telecomunicaciones o al deporte (ver recuadro).
Caja Madrid, a pesar de los líos internos del PP, se ha quedado con entidades como Su Casita (México) o City National Bank (EE UU), es la segunda accionista de SOS Cuétara y la primera en Indra. Por otro lado, La Caixa se ha hecho con el negocio de banca privada en España de Morgan Stanley y con el 100% de las acciones de Port Aventura. Aunque esta última situación podría cambiar si los rumores de que La Caixa busca accionistas se confirman. Y si seguimos por el camino de los futuribles, al Sabadell le sitúan como el mejor candidato para quedarse con el Banco Pastor y, durante 2009, se podrían conocer la concentración de diferentes cajas de ahorro (ver recuadro).
“Es muy probable que el mapa pueda cambiar. Además, para aliviar la presión política sería conveniente la unión de cajas de diferentes autonomías”, apunta Rodríguez.
Donde también está cambiando el escenario es en el accionariado de algunas de las grandes empresas. “En los últimos años la concentración empresarial ha sido financiada por los créditos para tener beneficios y lograr una buena posición estratégica, pero esto también conlleva un importante riesgo”, explica Rodríguez.
Tanto el Santander, como el BBVA son dos de los grandes interesados en que Acciona venda su participación en Endesa a Enel. También es crucial la participación de La Caixa en la operación que podría llevar a la compra del 80% de Spanair por parte de Turismo de Barcelona y Catalana d’Iniciatives.
Más allá del crack financiero
“Desde este verano las instituciones occidentales están intentando sostener el sistema financiero. Se les está proporcionando toda la ayuda que pueden necesitar, rogandoles que sean buenos y den créditos a las pequeñas empresas, pero sin ningún tipo de exigencia. Lo que está pasando totalmente desapercibido es el descenso del salario real, entonces se reduce la posibilidad de compra”, denuncia Etxezarreta.
Según datos de noviembre de 2008 del Instituto Nacional de Estadística, el sueldo medio anual ha descendido en el Estado español de 19.802 euros anuales en 2002 a 19.680 en 2006. Una situación que se ve agravada por el incremento del paro, que ya supera la cifra de los tres millones.
Por contra, los máximos responsables del BBVA, Francisco González y José Ignacio Gorigolzarri, han incrementado entre 2003 y 2007, según el sindicato CGT, sus salarios un 31,8% y un 32,5% respectivamente, hasta lograr una retribución de cinco y cuatro millones de euros. Y por si tuvieran problemas para llegar a fin de mes, en diciembre de 2008, el Gobierno de Zapatero aprobaba una rebaja fiscal de 25 puntos porcentuales para los banqueros y grandes accionistas de las entidades financieras sobre los rendimientos mobiliarios obtenidos en sus propias entidades.
Y si para contrarrestar esta situación se necesita buena imagen, qué mejor que unirse al deporte. Para que la Primera y la Segunda división lleven el nombre de BBVA hasta 2011, el banco pagará 60 millones, mientras que desde 2008 y hasta 2012 la Copa Libertadores, la Champions de América Latina, está patrocinada por el Santander, a cambio de unos diez millones anuales, según el diario uruguayo La República.
Héctor Rojo Letón. Diagonal
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